Bruselas lleva a España al TJUE por no hacer una buena gestión de la basura, gasolina para el sector del biometano
La basura en vertederos emite un 245% más de gases que si se transformara en energía, y se agrava por la falta de plantas de biogás en el país.
8 febrero, 2024 02:46España no ha hecho los deberes a tiempo para tener una buena gestión de sus residuos. Especialmente de los vertederos urbanos. Tanto es así que la Comisión Europea ha llevado el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por incumplimiento de los requisitos de la Directiva marco sobre residuos (Directiva 2008/98/CE).
La Directiva marco sobre residuos exige a los Estados miembros que adopten todas las medidas necesarias para garantizar que la gestión de residuos no pone en peligro la salud humana ni daña el medioambiente.
Además, se tiene que conseguir que los residuos se eliminen de forma segura y quienes generen esos residuos, o bien los traten ellos mismos, o bien se cercioren de que el tratamiento se lleve a cabo de forma adecuada.
[La basura en vertederos emite un 245% más gases que transformarla en energía]
Y eso no se está haciendo en España. Ni de lejos. De los 23 millones de toneladas de residuos municipales que se generan cada año, se recicla solo un 36% y se valoriza energéticamente el 13%, pero se abandona en vertedero el 51%. Unas cifras que quedan muy pobres respecto a lo que se debería haber alcanzado ya. Es decir, reciclar el 65% de los residuos municipales y reducir su vertido al 10% para el año 2035.
España no ha adoptado las medidas necesarias para cumplir esos requisitos de la Directiva marco sobre residuos, y eso que Bruselas ha ido advirtiendo a la Administración pública desde hace ya casi 10 años que, o se ponía manos a la obra para evitar la penalización, o terminaría en los tribunales.
Vertederos ilegales
Y no solo es una cuestión de gestión de residuos. La persistencia de al menos 195 vertederos ilegales que aún no han sido cerrados, sellados ni restaurados desde 2008 está provocando daños graves al medioambiente y pone en peligro la salud humana.
Esto indica también que España ha faltado a sus obligaciones de control, inspección y cumplimiento en relación con el vertido de residuos. Esto crea riesgos para la salud y el medioambiente, los cuales están en el punto de mira del Pacto Verde Europeo, según dicta el comunicado de la Comisión Europea.
La Comisión envió una carta de emplazamiento a España en diciembre de 2015 y, posteriormente, un dictamen motivado, en noviembre de 2018. A pesar de algún avance, las autoridades españolas no han solventado por completo las deficiencias, asegura Bruselas.
Considera que, hasta la fecha, los esfuerzos de las autoridades españolas han sido insuficientes y, en consecuencia, lleva a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Basura y biometano
Y mientras Europa multa a España por no gestionar adecuadamente sus basuras, hay un sector que está a punto de eclosionar cuyo combustible son los residuos para generar biometano.
En la actualidad, una gestión de residuos solo se considera realmente satisfactoria cuando cumple con metas como: la minimización de su generación, la reutilización, el reciclaje y el uso de métodos y procesos que permitan su valorización, es decir, la transformación de los residuos en energía renovable y ecológica.
España debe esforzarse al máximo para adecuarse a la nueva normativa europea y, en un corto margen de tiempo, eliminar todos los vertederos de residuos biodegradables como paso intermedio para la desaparición de la práctica totalidad de los vertederos antes del 2030. Este nuevo contexto obliga al desarrollo de nuevos métodos para reutilizar los residuos, incluyendo su transformación en energía eléctrica, térmica y biocombustible.
Los residuos procedentes de la agricultura, la ganadería, la industria y los vertederos urbanos pueden convertirse en biogás y biometano. Todo ello, con criterios de eficacia y rentabilidad. Un dos en uno.
El biogás es un biocombustible que se consigue a través de un proceso de fermentación anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de diferentes clases de materias orgánicas. La composición mayoritaria del biogás es metano y dióxido de carbono, además de agua y otros elementos en proporciones mucho menores.
Tras un proceso de absorción denominado upgrading, el biogás se convierte biometano, que es muy valorado por su alto valor energético y su gran versatilidad y posibilidades de uso, teniendo unas propiedades y características muy similares al gas natural.