La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afeado la decisión de grandes firmas de Wall Street como JPMorgan Chase, Blackrock, Pimco y State Street en los últimos días de reducir y dar marca atrás a sus ambiciones climáticas.
La semana pasada, JPMorgan, Pimco y State Street decidieron retirarse de la coalición de inversores institucionales Climate Action 100+, que tenía como objetivo adoptar acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de forma consistente con el Acuerdo de París y un alza en la temperatura global inferior a 2ºC.
En el caso de Blackrock, la firma ha decidido trasferir su participación a su filial internacional, con menos activos bajo gestión, ante los nuevos requisitos que pedía la coalición en la nueva fase de su estrategia.
Durante su intervención en un acto celebrado en Madrid por ING y la revista 'ethic', Ribera ha criticado la decisión de "algunos actores" con un papel "muy relevante" en el conjunto de la estructura financiera mundial de abandonar esta coalición. La vicepresidenta ha calificado como un error dar marcha atrás ante las presiones y ha señalado que dan una señal de falta de confianza.
"El que existan dificultades, el que aparezcan problemas inesperados, forma parte de la vida misma. La cuestión es cómo se afrontan y cómo se resuelven", ha subrayado.
En este sentido, ha enfatizado en que siempre es "mucho peor" mirar para otro lado que afrontar los problemas "de cara". También ha recordado el "inmenso coste de pensar que los problemas se pueden resolver solos o que ya habrá tiempo más adelante de reaccionar".
En todo caso, Ribera ha calificado como "buena noticia" que el apetito por las inversiones sostenibles sea mayor que nunca. Pero ha puesto el acento en que la amplia mayoría de los flujos de inversión compatible con escenarios climáticos seguros se destinen a Europa, Estados Unidos, Canadá o a China, y no a otras zonas geográficas donde las sociedades están "mucho más necesitadas" de paliar los efectos climáticos.
"No hay agenda verde sin agenda social. No es posible pensar en lo macro desde el punto de vista económico o en la decisión de protección o restauración de ecosistemas si no está estrechamente vinculado a la manera de garantizar un modo de vida digno", ha puesto de relieve, abogando por la necesidad de contar con un capitalismo "verde, maduro y responsable".