Iberdrola ha cerrado la venta del 55% de su negocio en México por unos 6.200 millones de dólares -unos 5.800 millones de euros-. La operación supone la venta de 13 centrales de generación con una capacidad instalada de 8.539 MW.
De los activos acordados, el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87% a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la CFE.
Los más de 460 empleados de estas instalaciones también pasarán a formar parte del fideicomiso liderado y gestionado por MIP (México Infrastructure Partners). Esto equivale al 55% del beneficio bruto de explotación (ebitda) en el país, incluyendo los contratos asociados y los empleos vinculados a la operación.
Iberdrola conservará 15 plantas, toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años.
La desinversión se cierra de acuerdo con los términos acordados el pasado mes de junio y encaja dentro de la estrategia del grupo Iberdrola contribuyendo al cumplimiento de sus compromisos de descarbonización.
La operación ha contado con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin), de otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México y de entidades financieras privadas.
Como parte del acuerdo, Iberdrola ha firmado con el fideicomiso, liderado y gestionado por MIP, contratos de compraventa de energía y potencia, así como un contrato de prestación de servicios transitorios para la gestión temporal de los activos vendidos.
Iberdrola en México
La compañía cuenta en el país con una cartera de más de 6.000 MW de proyectos renovables, de los que más de 2.000 MW se desarrollarán en los próximos cinco años, para asegurar energía a sus clientes privados contribuyendo al desarrollo renovable de México, que será imprescindible para el aprovechamiento de la oportunidad que ofrece las alianzas con Estados Unidos.
El pasado mes de abril el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y el presidente del Gobierno de México, Andrés Manuel López Obrador, anunciaron el inicio de una nueva etapa tras la firma de un acuerdo de intenciones suscrito entre filiales de Iberdrola México y MIP que se ha cerrado hoy.
Ambos presidentes se comprometieron en avanzar en el desarrollo de las energías renovables en el país como demuestra la entrada en operación, el pasado mes de septiembre, del activo renovable Santiago Eólico con una capacidad instalada de 105 MW.
Iberdrola, a través de las nuevas inversiones que llevará a cabo en México, reafirmará su liderazgo en el desarrollo de energías renovables contribuyendo al proceso de transición energética del país.