Esa es la propuesta que pone sobre la mesa la empresa británica especializada en biometano CycleØ. Acaba de adquirir la también danesa Biogasclean, para desarrollar conjuntamente una nueva solución de gas verde con emisiones negativas de carbono, desplazando así al gas natural en los procesos industriales y como combustible en el transporte.

Gracias a una tecnología que captura tanto el metano como, de manera excepcional, el CO2, aumentará la producción de combustible verde en un 70% y establecerá una solución totalmente circular, transformando las emisiones de gases de efecto invernadero en combustible para la transición hacia una energía limpia.

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La integración de la tecnología de Biogasclean permite a CycleØ capturar el 40-60% de CO2 natural contenido en el biogás y convertirlo en e-metano para energía y calor. 

Es decir, que no solo sirva para descarbonizar la industria sino que también pueda derivarse como biocombustible para los sectores del transporte pesado, marítimo e industrial, difíciles de electrificar.

Metano sintético

La compañía asegura que, mediante su sistema, se captura el CO2 biogénico que se encuentra en el biogás, y se convierte en metano sintético, un gas renovable derivado del hidrógeno verde que puede almacenarse o utilizarse como alternativa al gas natural fósil.

La capacidad de capturar el CO2 y convertirlo en metano aumentará la eficiencia de las instalaciones de biometano, reduciendo aún más las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementando la producción de gas verde alrededor de un 70%.

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Laurence Molke, CEO de CycleØ declaró que "estamos encantados de dar la bienvenida al talentoso y experimentado equipo de Biogasclean a nuestro Grupo".

"La integración de sus tecnologías biocatalizadoras patentadas nos permitirá incrementar nuestras capacidades para impulsar la producción de gas renovable con huella de carbono negativa, y así descarbonizar los sectores difíciles de electrificar, tales como la industria, el transporte pesado y la red gasista".

Biogasclean es un actor mundial en el sector de la desulfuración biológica, con cinco oficinas en tres continentes y más de 350 sistemas operativos o en construcción en más de 40 países.

Proyecto piloto en Dinamarca

La tecnología pionera de metanización biológica de la empresa se ha probado a escala como parte integrante de la mayor planta del mundo de producción comercial de metano sintético mediante electrólisis y metanización biológica. Las instalaciones están situadas en Sønderborg on Als (Dinamarca) e inyectan 33 GWh anuales de metano sintético sostenible en la red de gas.

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"Nos encontramos en un momento crucial, ya que el margen para evitar los peores efectos del cambio climático es cada día más estrecho. Juntos, CycleØ y Biogasclean se encuentran en una posición única para reducir las emisiones de metano y capturar CO2 de la atmósfera, a escala", ha dicho por su parte Niels Holst Jensen, director general de Biogasclean.

CycleØ tiene 20 proyectos en diferentes etapas de desarrollo en España. De ellas, una planta ya está en funcionamiento, que es de su propiedad, y otra en fase avanzada de construcción. Y ya ha probado con éxito parcialmente su tecnología de mejora de biometano en una planta en Vilanant (Girona).

Aunque España tiene mucho potencial de desarrollo de proyectos en biometano y en captura de CO2, sigue estando a la cola de ambos sectores.

De hecho, hasta la fecha, Dinamarca se erige como el país europeo que más biometano inyecta en su red de distribución. Hasta 2012 todo el biogás se utilizaba para producir electricidad, pero en aquel año se aprobó una política de subvenciones que garantizó los precios a largo plazo y dio confianza a los inversores. 

Esto permitió impulsar grandes plantas de biometano hasta conseguir aportar hoy el 30% del gas distribuido en la red y tener como objetivo a 2030 proveer con biometano todo el gas que consumen los hogares daneses.

Y en el caso de la captura de CO2, también Dinamarca es uno de los países más avanzados de la UE. Su Gobierno ha aprobado un plan para asignar 3.600 millones de euros en ayuda estatal durante 15 años para proyectos que capturen y almacenen 2,3 millones de toneladas de CO2 por año.