La Unión Europea y Estados Unidos tienen la intención de forjar una cooperación para frenar la dependencia mundial de Rusia en la cadena de suministro de energía nuclear, según una declaración conjunta.
Así se acordó en el undécimo Consejo de Energía entre Estados Unidos y la Unión Europea en Washington DC, donde los aliados también afirmaron su apoyo a la acción climática, la seguridad energética en Ucrania y los esfuerzos para frenar la demanda mundial de energía rusa.
La reunión estuvo presidida por el subsecretario de Estado estadounidense, Kurt Campbell; el subsecretario de Energía estadounidense, David M. Turk; la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, y la secretaria general adjunta en funciones del SEAE, Belén Martínez Carbonell.
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"Nos reunimos ante la continuación de la guerra en el continente mientras Rusia continúa lanzando ataques selectivos contra la infraestructura energética crítica de Ucrania y explotando el suministro de energía como herramienta de coerción", comenzó su discurso Campbell.
"Al mismo tiempo, nuestra capacidad de suministrar energía a través de rutas de transporte críticas está cada vez más amenazada y vulnerable", añadió.
Por su parte, Simson señaló que "ahora, el GNL (gas natural licuado) estadounidense nos ha ayudado a diversificar el suministro de gas de la UE fuera de Rusia. Y el año pasado, Estados Unidos fue el mayor proveedor de GNL de la UE y, al mismo tiempo, la Unión Europea se convirtió en el mayor mercado para el GNL estadounidense".
"Estoy convencida de que hoy podemos avanzar en nuestra cooperación conjunta en varios temas, desde la reducción de las emisiones de metano hasta el hidrógeno y las materias primas críticas", apuntó.
Independencia nuclear
El Consejo tomó nota del papel que la energía nuclear puede desempeñar en la descarbonización de los sistemas energéticos en países que han decidido o decidirán continuar con su parque nuclear activo.
Por ello, en el comunicado conjunto se incluyó que "Estados Unidos y la UE tienen la intención de intensificar la cooperación para reducir la dependencia de Rusia en materia de materiales nucleares y servicios del ciclo del combustible".
Y además, "apoyar los actuales esfuerzos de los Estados miembros de la UE para diversificar los suministros nucleares".
El Consejo expresó su apoyo a los esfuerzos multilaterales para identificar proveedores alternativos relacionados con la energía nuclear en toda la cadena de suministro nuclear global para los países relevantes.
Frenar el gas ruso
La comisaria de Energía, Kadri Simson, también destacó que la Unión Europea está ejerciendo "progresivamente" más presión sobre los importadores de gas natural licuado ruso para que reduzcan sus compras este año.
Si bien los flujos de gas natural por gasoducto desde Rusia han caído a mínimos históricos, los envíos de GNL han aumentado. "En los últimos meses, hemos visto a Rusia disminuir sus ingresos, pero todavía tenemos mucho más por hacer para evitar que el GNL ruso llegue a los mercados europeos", dijo Simson.
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De hecho, Simson afirmó que Europa puede soportar el fin del tránsito de gas por gasoducto ruso a través de Ucrania sin "grandes riesgos para la seguridad del suministro". Estos envíos, que actualmente ascienden a unos 14.000 millones de metros cúbicos, cubren la mayor parte de la demanda en Austria, Hungría y Eslovaquia.
Algunos Estados miembros han pedido a la comisión que garantice un uso coordinado del reglamento para evitar que los envíos se desvíen hacia los vecinos que pueden moverse a una velocidad más lenta.
Esta posición tiene como finalidad socavar la financiación de la maquinaria de guerra del presidente Vladimir Putin después de invadir Ucrania en 2022.
"En la UE, estamos aumentando progresivamente la presión sobre los actores europeos para que reduzcan las compras rusas de GNL, y aquí nuevamente la confianza en el suministro estadounidense es importante", insistió Simson.
Detener las compras
En unas semanas, los Gobiernos nacionales de la UE dispondrán una nueva herramienta para detener las compras de envíos rusos una vez que entre en vigor una ley que permita bloquear dichos flujos sin el uso de sanciones.
La medida permitirá a los países de la UE impedir temporalmente que los exportadores rusos y bielorrusos reserven la capacidad de infraestructura necesaria para los envíos de GNL y gas natural con el fin de proteger sus intereses de seguridad esenciales.
"La posición de la UE sigue siendo que existen rutas de suministro alternativas, utilizando su red de sur a oeste, aprovechando las instalaciones de GNL y otras interconexiones de gasoductos", concluyó.