La compañía alemana de suministro energético RWE ha alcanzado un beneficio neto atribuido de 1.900 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 18,9% respecto al mismo período del año anterior, según ha informado este miércoles.
Las ventas totalizaron 6.629 millones de euros, un 29% menos que en el primer trimestre de 2023. La cifra de negocio se contrajo un 30% en el segmento de la electricidad, su mayor producto, hasta 5.856 millones de euros, y un 35% en el negocio de gas, hasta 416 millones de euros.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado ha sido de 1.709 millones de euros, un 26% más bajo que el alcanzado por la compañía en los tres primeros meses de 2023.
La deuda neta de RWE se ha elevado en un 70,3% al cierre de marzo de este año frente a diciembre del año anterior, hasta situarse en 11.222 millones de euros.
El consejero delegado de RWE, Michael Müller, ha destacado que el primer trimestre ha sido de sólidos resultados, con significativos incrementos en las ganancias en todos sus segmentos. "Esto demuestra que las inversiones están dando sus frutos", ha afirmado.
La compañía ha mantenido inalteradas sus previsiones para el conjunto del año 2024, con la estimación de que el Ebitda ajustado se situará entre los 5.100 y los 5.800 millones de euros al cierre del ejercicio fiscal.