El doble desafío energético de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla: acabar con los apagones y descarbonizarse
Los territorios extrapeninsulares tienen un 'mix' eléctrico propio de finales del siglo pasado y llevan décadas siendo objeto de cortes de luz.
27 mayo, 2024 02:31"Más del 50% de toda la electricidad que se genera en nuestro país es renovable". Aunque cierto, pudiera parecer que todo es un camino de éxitos. Pero España no sólo es la Península Ibérica. La ambiciosa estrategia energética del Gobierno se enfrenta a un doble desafío extrapeninsular: dar a estos territorios seguridad de suministro y descarbonizar sus sistemas.
Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla son islas energéticas, pues sus características geográficas les abocan a un alto grado de aislamiento. Por este motivo, sus sistemas eléctricos parecen propios de finales del siglo pasado y llevan décadas siendo objeto de apagones eléctricos.
La semana pasada, tal y como publicó este medio, se conocía que Endesa está preparando la construcción de la primera planta regasificadora de Melilla. Aunque una inversión en un proyecto gasista en pleno proceso de transición verde pueda parecer desconcertante, lo cierto es que tiene todo el sentido.
[Endesa prepara la construcción de la primera planta regasificadora de Melilla para evitar apagones]
Melilla carece de interconexiones con la Península Ibérica y con Marruecos, es totalmente dependiente de combustibles altamente contaminantes y no tiene espacio físico para un crecimiento sustancial de renovables.
El 94,6% de la electricidad del sistema de la ciudad autónoma proviene de motores diésel y su mix eléctrico apenas ha evolucionado en la última década. La planta regasificadora de Endesa busca sustituir esa producción de diésel por gas natural licuado (GNL), mucho menos contaminante, y garantizar el suministro de la ciudad.
Proyectos que van en esta línea son los de Disa y Sampol en Canarias, recientemente avalados por el Ministerio de Transición Ecológica. Las compañías han presentado propuestas que usarán como combustible el gas propano y el fueloil para evitar cortes de suministro en las islas.
Los ciclos combinados de gas son la principal tecnología del sistema eléctrico de Canarias (aportan un 42,2% de la electricidad). Desde 2011, el mix canario ha experimentado variaciones notables, aunque sigue siendo altamente dependiente de los combustibles fósiles.
Si bien es cierto que los motores diésel y las turbinas de vapor han ido perdiendo peso en la última década, todavía aportan un 21,5% y un 13,9% (respectivamente) de la luz de la isla. Cabe destacar que los vientos alisios del archipiélago han impulsado la energía eólica en este tiempo, pasando de generar en 2011 un 3,8% de la electricidad a un 15,2% en 2023.
Canarias es un ejemplo de la vulnerabilidad de los territorios extrapeninsulares por su aislamiento energético. El último cero energético que recorrió la prensa local y nacional fue el de La Gomera, el verano pasado. De hecho, este gran apagón motivó al Gobierno a avanzar en la convocatoria de una subasta de más de 1.000 MW para garantizar el suministro eléctrico de los territorios extrapeninsulares.
Al igual que ocurre en el archipiélago, la electricidad de las Islas Baleares está fundamentada en la producción de los ciclos combinados (67,1% del total). El fin de la era del carbón llevó a los baleares a sustituir sus antiguas centrales -que en 2011 aportaban un 48,2% de la luz- por plantas de gas.
Las turbinas de gas son la segunda principal tecnología del territorio (aportan un 10,9%), seguida de la solar fotovoltaica (8,5%) y los motores diésel (5,5%).
En Ceuta, el sistema es muy similar al de Melilla. Los motores diésel generan prácticamente toda la electricidad de la ciudad autónoma (más del 99,8%), mientras que las turbinas de gas aportan poco más del 0,01%.
Gran parte de equipos de producción de electricidad de estos territorios extrapeninsulares ya han superado su vida útil y se sostienen de manera precaria. Por eso, Gobierno y empresas están tomando cada vez mayor conciencia de la necesidad de impulsar su descarbonización.
Cables submarinos
Actualmente hay varios cables eléctricos que conectan la península con territorios extrapeninsulares. El enlace con las islas Baleares, conocido como proyecto Rómulo, es la primera interconexión submarina de transporte en corriente continua que existe en España. Entró en operación en agosto de 2012.
La vigente normativa de planificación de la red eléctrica, correspondiente al periodo 2021-2026, cuenta con varias actuaciones que tienen el objetivo de interconectar estos territorios, integrar energías renovables en ellos y garantizar su suministro eléctrico.
El plan de desarrollo de la red en las Islas Canarias contempla la construcción de un enlace submarino entre los sistemas eléctricos de Tenerife y La Gomera. Su objetivo es aumentar la seguridad de suministro, reducir los costes de producción, permitir una mayor integración de renovables (especialmente en La Gomera) y reducir las necesidades de potencia instalada.
Entre sus actuaciones también destaca el refuerzo del eje sur Tenerife y nueva San Isidro, del eje norte-sur del este de Tenerife y del eje norte-sur de Gran Canaria. Asimismo, contempla mejorar la red de La Palma y aumentar la seguridad en Teide, San Agustín, Macher, Corralejo, Gran Tarajal y Matas Blancas, entre otras cosas.
En el caso de Baleares, destaca el refuerzo de la conexión entre la Península y las Islas Baleares con un segundo enlace en corriente continua, junto con sistemas de almacenamiento y compensadores síncronos como elementos plenamente integrados en la red.
Otra interconexión clave es el enlace entre Ibiza y Formentera, mediante la puesta en servicio de dos nuevos enlaces en corriente alterna 132 kV entre Torrent y Formentera.
El plan de desarrollo de la red 2021-2026 apenas incluye actuaciones en Ceuta y Melilla, pese a su mix altamente contaminante. Destaca el enlace entre el sistema eléctrico peninsular y el sistema eléctrico ceutí.