Un nuevo análisis de la Agencia Internacional de Energía (AIE) encuentra que los países tienen una oportunidad significativa en los próximos meses para desarrollar planes claros para impulsar la energía renovable que podrían ayudar a acercar al mundo al logro del objetivo de la COP28 de triplicar la capacidad global para 2030.

La 'COP28 Tripling Renewable Capacity Pledge: Tracking countries’ ambitions and identifying policies to bridge the gap', concluye que si bien la energía renovable está en el centro de los objetivos internacionales de energía y clima, muy pocos países han establecido explícitamente objetivos para 2030 para la capacidad instalada.

Los compromisos oficiales ascienden actualmente a 1.300 gigavatios (GW), apenas el 12% de lo que se necesita para cumplir el objetivo global de triplicación fijado en Dubai. Este año, se espera que China supere su objetivo para 2030 de 1.200 GW de energía solar fotovoltaica y eólica. España y Alemania lideran la ambición en la UE, donde los Estados miembros aspiran a más que duplicar su capacidad renovable entre 2022 y 2030, casi en su totalidad mediante instalaciones solares fotovoltaicas y eólicas. 

Sólo Brasil y Chile tienen previsto instalar conjuntamente 30 GW de energía solar fotovoltaica y 17 GW de energía eólica en 2030, lo que representa el 37% de las ambiciones de la región en cuanto a nueva capacidad renovable. 

El nuevo análisis país por país realizado por la AIE (que abarca casi 150 países en todo el mundo) concluye que las ambiciones internas de los gobiernos van mucho más allá, correspondiendo a casi 8.000 GW de capacidad renovable instalada global para 2030.

Esto significa que si los países incluir todas sus políticas, planes y estimaciones existentes en sus nuevos planes de energía (NDC en inglés) que se publicarán el próximo año (que incluirán ambiciones revisadas para 2030 y nuevos objetivos para 2035) reflejarían el 70% de lo que se necesita para 2030 para alcanzar el objetivo de triplicar, que corresponde a 11.000 GW de capacidad renovable instalada a nivel mundial.

Esto indica un amplio margen para que los países alineen sus NDC con sus ambiciones internas actuales, aunque el informe enfatiza que los países también necesitan acelerar su implementación. Al mismo tiempo, los países deben aumentar sus ambiciones para alinearse con el objetivo de triplicar.

"En la COP28, casi 200 países se comprometieron a triplicar la capacidad de energía renovable del mundo en esta década, que es una de las acciones críticas para mantener vivas las esperanzas de limitar el calentamiento global a 1,5°C", afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

"Este informe deja claro que el objetivo de triplicar es ambicioso pero alcanzable, aunque sólo si el gobierno convierte rápidamente las promesas en planes de acción".

"Al cumplir los objetivos acordados en la COP28, incluida la triplicación de las energías renovables y la duplicación de las mejoras en la eficiencia energética para 2030, los países de todo el mundo tienen una gran oportunidad de acelerar el progreso hacia un sistema energético más seguro, asequible y sostenible. La AIE seguirá apoyando a los gobiernos de todo el mundo en sus esfuerzos por lograrlo".

Solar y eólica

La AIE reconoce que más países están recurriendo a energías renovables como la solar fotovoltaica y la eólica tras la fuerte caída de los costes durante la última década y esfuerzos renovados de los gobiernos para construir sistemas energéticos resilientes con menores emisiones.

Según el informe, la cantidad de capacidad renovable agregada en todo el mundo cada año se ha triplicado desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015.

Esto se debe en gran medida al apoyo político, las economías de escala y el progreso tecnológico, que han reducido el coste de la energía solar fotovoltaica y la energía eólica en más del 40% durante el mismo período y los hizo ampliamente competitivos con los combustibles fósiles.

La incorporación de capacidad renovable en todo el mundo alcanzó los casi 560 GW en 2023, un aumento interanual sin precedentes del 64% con respecto a 2022, al que China fue, con diferencia, el mayor contribuyente.

Al mismo tiempo, persisten desafíos clave, como los largos tiempos de espera para los permisos de proyectos, la inversión inadecuada en infraestructura de red, la necesidad de integrar de manera rápida y rentable las energías renovables variables y los altos costes de financiación, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo.

Acciones para el impulso

El informe propone acciones específicas que los países pueden tomar para abordar estos obstáculos. Por ejemplo, sobre la reducción de los costes de financiación para mejorar la financiabilidad de los proyectos renovables, sugiere enfoques como mejorar la visibilidad de las políticas a largo plazo; apoyar proyectos en la fase de predesarrollo; y reducir los riesgos de precios, inflación y tipo de cambio.

La AIE desempeñó un papel importante en la configuración del innovador paquete energético acordado en la COP28, y la Agencia continúa realizando un seguimiento integral del progreso hacia estos compromisos, incluso a medida que los países se preparan para cumplir la próxima ronda de NDC en el marco del Acuerdo de París.

Con sus datos, análisis y recomendaciones de políticas, la AIE, a solicitud de los gobiernos, se compromete a impulsar esta próxima fase crucial en la implementación del Acuerdo de París.