La industria española necesita un plan más ambicioso de la UE para el hidrógeno: contratos por diferencias y más primas
Bruselas prevé reducir a la mitad la subasta del Banco de Hidrógeno del próximo noviembre con una dotación de unos 1.200 millones de euros.
17 junio, 2024 02:07La descarbonización del sector industrial es inevitable y el hidrógeno verde está escalando puestos para situarse en la alternativa al gas natural. Pero todavía debe salvar un último escollo: el precio. Cerámicos, acereros, fabricantes de vidrio, papeleras o cementeras coinciden en el mismo mensaje: descarbonización sí, pero ¿a qué precio?
"Si la Unión Europea pone en marcha unos mecanismos de apoyo fiables, se conseguirían precios competitivos para el hidrógeno verde. La industria se pasaría del gas natural al hidrógeno verde sin pensárselo y, por tanto, habría una avalancha brutal de desarrollo de proyectos en España", declara a EL ESPAÑOL-Invertia José María Llopis, Managing Director Spain and Wind Europe de la firma privada de inversión suiza Smartenergy.
"La solución no es la que se ha propuesto en la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, celebrada en abril pasado, que casó precios muy muy bajos, sino con ayudas al OPEX, con CfD (Contratos por Diferencias) y con primas fijas, muy superiores a las que se han marcado en esa primera subasta piloto", sostiene.
"De esta manera, serían proyectos financiables, a diferencia de otro tipo de ayudas", puntualiza Llopis.
"Hay un perfil de industria que utiliza sistemas de alta temperatura para sus procesos de producción y no hay más alternativas que el hidrógeno. El biometano no es escalable y no hay suficientes soluciones tecnológicas con la electrificación, hay que poner en marcha esos mecanismos de ayudas cuanto antes", detalla.
Señal de precios
La primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, celebrada en abril pasado, dejó un sabor agridulce en el sector. Los promotores de proyectos calculan que las primas de los proyectos adjudicados son aproximadamente un 30% de la necesidad de los sectores industriales para viabilizar la economía del hidrógeno renovables, y temen que se lance como una señal de precio.
"Los precios con los que se va a ayudar a los proyectos ganadores, que no superan los 0,48 euros/MWh, se puede decir que la Unión Europea se olvida del sector industrial, que es quien realmente necesita hacer la transición energética hacia el hidrógeno verde", continúa por su parte Eduardo Arcos, Green H2 Project Development Director de Smartenergy.
Y pone como ejemplo el desarrollo masivo en la industria del hidrógeno verde que se está dando en Reino Unido. Ya se sitúa como el país del continente europeo con más número de proyectos de producción de hidrógeno verde a escala comercial.
Su Gobierno comenzó dando apoyo a 125 MW de capacidad de producción a través de la primera Ronda de Asignación de Hidrógeno (HAR1) con 960 millones de libras esterlinas (unos 1.140 millones de euros) y ahora están otros tantos proyectos en la segunda licitación.
"En el caso de la UE, no ha llegado a 720 millones de euros, y los ganadores no necesariamente estaban dirigidos al sector industrial", subraya Arcos.
La regulación europea se hace cada vez más exigente y sube la ambición de los objetivos de descarbonización o reducción de las emisiones de CO2 para 2030 y 2050. No queda otra. Hay que buscar alternativas y el hidrógeno verde se posiciona como el mejor combustible desde el punto de vista de viabilidad técnica inmediata.
"Por el momento, contamos con una mínima estructura jurídica, con disposiciones adicionales incorporadas en la Ley 34/1998 del sector de hidrocarburos", añade Arcos.
"Se considera el hidrógeno un combustible parecido -desde el punto de vista legal- al del gas natural, y por eso intuimos que habrá un mercado dentro de cinco años, necesario para dar una señal de precios al sector".
Cerámicos en Castellón
Smartenergy celebró una jornada en Castellón el pasado 5 de junio con más de 120 empresas e instituciones donde se debatió sobre el potencial y los retos que el hidrógeno verde presenta en la descarbonización de sectores industriales con emisiones difíciles de abatir tales como el cerámico, las fritas, esmaltes y colores, el cementero, el químico o el de la automoción.
"El hidrógeno verde representa una excelente oportunidad para la industria cerámica de la Comunidad Valenciana hacia el hidrógeno, en un entorno regulatorio cada vez más adverso para los sectores con altas emisiones de CO2", dijo el máximo responsable de Smartenergy en España.
Y para muestra un botón. Esta empresa privada de inversión lidera un proyecto de producción de hidrógeno renovable, denominado "Orange.bat", en el corazón del clúster cerámico español, en el Valle de Hidrógeno Onda-Villareal-Betxí, y que será una realidad en el inicio de 2027.
El plan consiste en la construcción de un electrolizador de 100 MW de capacidad que ubicado muy próximo a los consumidores finales, y que ya cuenta con todos los permisos ambientales de la Generalitat Valenciana.
Smartenergy ha confirmado que el proyecto contempla una fase 2 con un aumento de la capacidad de los 100 MW proyectados actualmente a 800 MW, que acercarán la distribución del hidrógeno a los valles de hidrógeno de Alcoa y restantes polos del clúster cerámico castellonense.