Endesa ha anunciado que el centro de transformación eléctrica ubicado en la calle Mago de Oz del Polígono Sur de Sevilla no ha podido resistir la sobrecarga de la red derivada del fraude masivo, especialmente por plantaciones de marihuana, y ha quedado totalmente calcinado e inutilizado.

Esta incidencia tuvo lugar a medianoche, momento en el que el consumo doméstico desciende a mínimos por inactividad en un entorno residencial y únicamente se mantiene activo el consumo fraudulento de plantaciones de marihuana, que demandan 24 horas al día.



Este centro de transformación es uno de los más afectados por sobrecarga de la red en la zona, y por este motivo en 2020 se renovó y amplió su potencia instalando dos nuevos transformadores de 1.000 kVA. Desde ese momento, el centro de transformación, que cuenta con 112 clientes con contrato en vigor, pasó a tener capacidad para atender las necesidades energéticas de 1.400 clientes, es decir, doce veces más capacidad de la contratada.

A pesar de este sobredimensionamiento que fue acompañado por otras actuaciones de refuerzo en las redes de baja tensión, esta infraestructura se ha visto afectada por continuas sobrecargas de la red causadas por el fraude, principalmente por plantaciones de marihuana. Por eso, se han llevado a cabo otras medidas de mejora a lo largo de estos cuatro años como la instalación de la última tecnología en digitalización.



La digitalización del centro de transformación se realizó mediante la sustitución de los cuadros de baja tensión por nuevos cuadros telemandados, que permiten maniobrar sobre la instalación de baja tensión a distancia.

Esto supone que, ante cualquier sobrecarga de la red, cuando las protecciones (fusibles) del cuadro de baja tensión saltan por seguridad se pueden volver a activar de forma remota, reduciendo de este modo el tiempo de reposición del suministro y garantizando la seguridad de los trabajadores de Endesa.

Asimismo, esta tecnología permite monitorizar el centro de transformación y recabar datos sobre cargas, niveles de tensión y otros parámetros técnicos.

Estos, una vez analizados, evidencian los comportamientos de consumo en la zona, algunos de uso doméstico y otros consumos desmesurados que responden a una demanda continuada en el tiempo, 24 horas al día, todos los días de la semana, tipología de consumo de las plantaciones de marihuana indoor.

A pesar de estos esfuerzos para evitar sobrecargas la infraestructura no ha podido soportar el sobrecalentamiento provocado por los enganches ilegales derivados de plantaciones de marihuana y la instalación eléctrica ha quedado completamente calcinada e inservible.

Grupo electrógeno provisional

Endesa, con el fin de garantizar el servicio a los 112 clientes con contrato de suministro en vigor, está instalando un grupo electrógeno de forma provisional, mientras los técnicos valoran los daños y estudian cómo proceder ante esta situación que se reitera en la zona.

En dicho informe se subraya que la sobrecarga que sufren las instalaciones eléctricas proviene del exceso de demanda derivado de las conexiones ilegales, que carecen de contrato de suministro y de un contador que mida las necesidades de consumo para poder adaptar la red eléctrica.

Imagen del centro de transformación eléctrica de Endesa afectado en Sevilla Endesa

Estos excesos de demanda están originados por plantaciones de marihuana que introducen consumos casi industriales en zonas residenciales (una plantación de marihuana indoor consume como 80 viviendas de 100 metros cuadrados), cuya red de distribución no está diseñada para este fin, lo que genera sobrecargas fraudulentas que pueden derivar en sobrecalentamientos de los centros de transformación, como ha ocurrido en este caso.



Por este mismo motivo, en los últimos 4 años se han incendiado 16 centros de transformación en las zonas de Sevilla más afectadas por el fraude, lo que supone un grave riesgo para la seguridad de las instalaciones y de las personas que conviven en estos entornos.

Endesa ha destinado desde 2020 más de 3,5 millones de euros en actuaciones de mejora en la calidad y seguridad de los suministros eléctricos en el Polígono Sur de Sevilla. Estas inversiones en las redes de Baja y Media Tensión se han llevado a cabo con el fin, no solo de asegurar el suministro a los clientes, sino, sobre todo, de protegerles ante las graves consecuencias que conlleva la manipulación de las redes de distribución, una realidad que se ha hecho en esta zona de la capital hispalense.



La saturación de las redes provoca que las protecciones de las instalaciones actúen con el fin de preservar la seguridad de las personas que viven en estos entornos. De ahí que Endesa haya hecho un esfuerzo inversor en reforzar esta seguridad, renovando la infraestructura eléctrica, en un entorno en el que no hay crecimiento de demanda por nuevas construcciones o la ubicación de nueva industria.



Este plan de refuerzo que se ha llevado a cabo en los últimos años ha supuesto un aumento la capacidad de las redes en un 60%.

Enganches ilegales

Los enganches ilegales se llevan a cabo con materiales no adecuados y sin cumplir ningún tipo de norma de seguridad. Las viviendas que se encuentran enganchadas ilegalmente carecen de los sistemas de protección básicos que toda vivienda debe tener. En las zonas donde se registran enganches ilegales masivos la única protección que funcionaría es la de las redes de Endesa, que también son boicoteadas, eliminando así la seguridad para las personas y el entorno.



Es muy importante subrayar que el fraude eléctrico conlleva problemas muy graves de seguridad, tanto de las personas que manipulan las instalaciones y de las que fortuitamente pueden tener acceso a ellas, que pueden sufrir electrocuciones, como de las propias instalaciones que pueden sobrecalentarse.



A esto hay que sumar la integridad de los operarios de Endesa que no pueden ir libremente a hacer su trabajo ordinario, pues reciben amenazas y coacciones de los que intentan impedir que se corten los enganches ilegales. Por ello, las reparaciones en la red de distribución se tienen que hacer bajo el auxilio de la Policía Nacional y/o Policía Local. Además, los técnicos de Endesa tienen que acudir con el rostro tapado, por indicación expresa de los agentes de la autoridad, para que no se les reconozcan en las intervenciones conjuntas de corte de suministros fraudulentos.