Iberdrola apunta a otro año récord en 2024. La compañía registra hasta junio un beneficio neto de 4.134 millones de euros, lo que supone catapultar un 64% las ganancias del mismo periodo de 2023, cuando ya registró ganancias históricas.

Parte de su impulso en 2024 se explica por la venta de su negocio de ciclos combinados en México. Esta operación supuso un ingreso superior a los 5.400 millones de euros, con unas plusvalías de 1.165 millones de euros después de impuestos, registradas en la cuenta de resultados del semestre.

El desempeño del negocio en España también empuja las cuentas de Ibedrola en este periodo. Las ganancias netas en el país se incrementan en torno a un 20%, hasta cerca de 1.800 millones, y el ebitda aumenta un 7%, por encima de los 3.300 millones.

La multinacional ha realizado unas inversiones sin precedentes en la primera mitad del año, de 5.276 millones de euros. Se trata de un 16% más que el mismo periodo del año anterior. Gracias a este esfuerzo inversor, el beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 9.614 millones, lo que supone un crecimiento del 27%.

Excluyendo esta venta de activos, el ebitda se ha situado en los 7.897 millones de euros, un 9% más que el mismo periodo del año anterior.

El crecimiento del beneficio también ha venido impulsado por un aumento de la base de activos de redes y por los nuevos marcos tarifarios en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.

Además, la compañía ha registrado una producción renovable histórica y un crecimiento recurrente de la producción hidráulica a través del almacenamiento, que ha alcanzado los 3.000 GWh en 6 meses en la Península Ibérica (un 25% de la producción hidroeléctrica total), lo que permite una integración óptima de las renovables en el sistema.

Iberdrola redujo un 14% sus ventas en este periodo y logró recortar un 6% su deuda financiera neta con respecto al cierre de 2023, hasta los 45.235 millones de euros.

El grupo focaliza sus esfuerzos en la financiación sostenible con un aumento de 10 puntos básicos en la ratio del flujo de caja respecto a la deuda neta respecto al primer semestre de 2023, hasta el 25%, y obteniendo 4.800 millones de euros de nueva financiación, lo que permite situar la liquidez en los 21.700 millones de euros. De esta forma, Iberdrola podría cubrir 24 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado.

Además, de acuerdo con lo aprobado en la junta general de accionistas, la compañía ha incrementado la remuneración al accionista un 11,4%, hasta los 0,558 euros por acción con cargo a los resultados de 2023.

De hecho, el próximo 29 de julio la compañía abonará el dividendo complementario de 0,351 euros por acción. Iberdrola ha alcanzado ya el suelo del dividendo de 0,55 euros por acción fijado en el plan estratégico, y la compañía prevé que suba hasta una horquilla de entre 0,61 y 0,66 euros por título en 2026.

Mejores expectativas

En este contexto, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha mejorado las previsiones para 2024, hasta situar el crecimiento del beneficio neto en el doble dígito (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos) desde los 4.803 millones de euros de 2023, gracias a la aportación de las nuevas inversiones en redes, las revisiones de tarifas en los EEUU, el Reino Unido y Brasil y a los 1.600 MW renovables en construcción.

Galán ha destacado que la compañía está bien posicionada para aprovechar las nuevas oportunidades en todas las áreas de negocio. Según los organismos internacionales, las necesidades globales de inversión en redes se duplicarán a 2030, por lo que la compañía está cerrando ya planes de inversión en transporte y distribución en Reino Unido y Estados Unidos para la próxima década.

Además, en el actual contexto de mercado, Iberdrola tiene más de 100 millones de kWh de almacenamiento, a los que se unen 20 millones de kWh bajo construcción y 150 millones de KWh para futuros proyectos para captar el valor de las renovables y disminuir la volatilidad de los precios.

Por otra parte, dado el aumento exponencial de las necesidades de electricidad para centros de datos, Iberdrola cuenta con una posición única, ya que tiene ya 8.000 GWh comprometidos al año con las grandes empresas tecnológicas.

Empresa de centros de datos

En este sentido, Iberdrola ha creado una nueva empresa para impulsar la oportunidad de crecimiento que representa el negocio de los centros de datos, según anunció el presidente de la energética, Ignacio Galán.

En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre de la compañía, reveló que en las próximas semanas se revelarán más detalle sobre esta sociedad, que se encuentra actualmente en la fase de promoción y desarrollo para que "pueda instalar sus propios centros de datos en aquellos sitios que se estimen oportunos".

En concreto, precisó que la iniciativa arrancará en España, aunque también habrá importantes oportunidades en Estados Unidos.

"En Oregón, donde tenemos una importante presencia, y también en la costa Oeste del país, así como en el Reino Unido y posiblemente también en otros países", dijo.

Puja por ENW

Iberdrola presentará una oferta vinculante por la británica Electricity North West (ENW), que gestiona la red eléctrica en el Noroeste de Inglaterra, pero en unos "términos razonables", según confirmó el presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán.

En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre del año de la compañía, Galán señaló que Iberdrola acudirá así al proceso competitivo por la británica, al afirmar que "sí que es interesante" para la energética, aunque recalcó que en la oferta se mantendrán los habituales parámetros en estas operaciones. "Como siempre hemos hecho, seremos muy prudentes y también tenemos requisitos en cuanto a rentabilidad", dijo.

Junto a Iberdrola también han mostrado su interés por ENW, valorada en unos 4.800 millones de euros, una alianza formada por Engie y el fondo canadiense Caisse de Dépôt et Placement du Québec (CDPQ).