Algunas de las principales refinerías de petróleo de Estados Unidos están reduciendo las operaciones en sus instalaciones este trimestre, lo que aumenta las preocupaciones de que se esté formando un exceso mundial de crudo.
Marathon Petroleum Corp. —propietaria de la refinería más grande de Estados Unidos— planea operar sus 13 plantas a un promedio del 90% de su capacidad este trimestre, el nivel más bajo para el período desde 2020.
De manera similar, PBF Energy Inc. anunció que se está preparando para procesar la menor cantidad de crudo en tres años, Phillips 66 operará sus refinerías cerca de un mínimo de dos años y Valero Energy Corp. espera recortar el procesamiento de petróleo.
En conjunto, esas cuatro refinerías representan alrededor del 40% de la capacidad de Estados Unidos para producir gasolina y diésel, según adelanta Bloomberg.
El complejo estadounidense de producción de combustibles, un factor clave en el equilibrio entre la oferta y la demanda a nivel mundial, está tambaleándose a medida que el consumo se estanca y los márgenes de ganancia se reducen.
La desaceleración refuerza la posibilidad de que se avecine un exceso de oferta de crudo, una amenaza que ha limitado los precios del petróleo a un aumento de un 7% este año a pesar de los recortes de producción de la OPEP+ y las crecientes tensiones geopolíticas. La tendencia también contradice la estimación de la Agencia Internacional de la Energía de que los productores mundiales de combustible procesarán casi 900.000 barriles diarios más este año.
"Los márgenes de refino comprimidos están preparando el terreno para otra ronda de mantenimiento intensivo de las refinerías en los EEUU durante la temporada de otoño”, dijo Vikas Dwivedi, estratega global de petróleo y gas de Macquarie, en una entrevista en Houston.
"Eso afectará los balances y puede aumentar la acumulación de crudo en los EEUU durante el resto del año".
Los márgenes para convertir crudo en combustibles se están reduciendo en medio de desajustes en los tiempos de cierre de refinerías, conversiones y nuevas incorporaciones de capacidad, al mismo tiempo que los vehículos eléctricos y los camiones pesados alimentados por GNL (gas natural licuado) están creciendo en popularidad en China, el principal importador de petróleo del mundo.
Al mismo tiempo, se espera que los suministros mundiales de crudo aumenten hasta finales de año, incluso a medida que se pongan en marcha nuevas refinerías. Estados Unidos ha podido enviar parte de su excedente a la mega refinería Dangote de Nigeria, que se ha estado alimentando del petróleo de la formación Pérmica, y está previsto que la refinería Dos Bocas de México comience a producir este año.
En total, entre 2023 y 2030, se espera que el mundo añada unos 4,9 millones de barriles diarios de capacidad neta, aproximadamente lo que procesa India ahora, según Bloomberg NEF.
Pero ese alivio puede ser de corta duración, ya que Guyana aumenta su producción mientras que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, la OPEP+, planean recuperar alrededor de 540.000 barriles de producción diaria en el cuarto trimestre.
Si bien el plan está sujeto a cambios, se prevé que esos barriles lleguen al mercado a medida que los productores de esquisto aumenten la producción de los pozos que se perforaron a principios de año.
Se espera que Estados Unidos termine el año bombeando un récord de 13,8 millones de barriles por día, alrededor de 600.000 barriles más que en el mismo período del año pasado.