Las estaciones de servicio en España están en plena transformación. El auge de las 'low cost' o autoservicio y los cambios de hábitos de los consumidores han terminado afectando a las gasolineras convencionales. Y este último año, se ha visto aún más perjudicado por el aumento del fraude en la venta de combustibles.

Por eso, Cedipsa, filial del grupo CEPSA, ha anunciado el inicio de un proceso de regulación de empleo en su negocio de estaciones de servicio para adaptarlo a los diversos cambios que afectan a este mercado.

Está previsto que este expediente se dirija a un máximo de 189 personas de 42 estaciones de servicio, lo que supone un 2,8% de las 1.500 estaciones que lucen la enseña Cepsa en toda España. Representa un 1,7% del total de la plantilla de la compañía, que alcanza los 11.000 empleados.

Fuentes de la compañía han confirmado a este medio la apertura del proceso y han asegurado que "en un contexto de mercado cada vez más competitivo, Cepsa ha establecido un modelo diversificado para atender las diferentes necesidades de sus clientes".

"No solo a aquellos que demandan servicios premium y una atención más personalizada a través de la red de estaciones de servicio Cepsa, sino también a los que priorizan el precio más económico en sus repostajes, a través de la red Ballenoil".

En noviembre de hace un año, la segunda compañía con más estaciones de servicio de España anunció un acuerdo para adquirir Ballenoil, el líder español del mercado de las denominadas gasolineras 'low cost', que cuenta a día de hoy con más de 220 gasolineras en España y un plan para alcanzar las 500 en 2027.

Fuentes conocedoras del proceso han indicado que la energética abordará este proceso de adecuación de plantilla en las próximas semanas con la representación de los trabajadores. Además, tiene previsto implementar medidas para reducir el impacto en el empleo.

Una de las opciones es la posibilidad de adhesión voluntaria en otras estaciones de servicio situadas a un máximo de 30 km de distancia de las que se van a cerrar, para que puedan acogerse personas de forma voluntaria, reduciendo con ello el impacto de la plantilla en las estaciones afectadas.

El objetivo es optimizar los servicios que ofrece la compañía en un mercado cada vez más competitivo.

Transformación del negocio

Según señala Cepsa en su página web, allí donde existe demanda la compañía está transformando su red de estaciones de servicio en espacios premium con una amplia variedad de servicios de ultraconveniencia y restauración, así como soluciones multienergía para el repostaje en carretera.

"Incluso podríamos ver estaciones de servicio con la posibilidad de aprovechar al máximo el tiempo de espera de carga de combustible o de recarga de vehículo eléctrico", explican las fuentes conocedoras consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia. Los puntos de recarga rápida, que suelen colocarse en carreteras y autopistas, permite tener el coche cargado al 80% en aproximadamente entre 10 y 20 minutos, un tiempo adecuado para descansar y disfrutar de los servicios que ofrezcan las estaciones de servicio.

Precisamente, Cepsa está inmersa en un proceso de transformación, con estaciones que se ajustarán a una oferta premium, multi energía, multiconveniencia, con más restauración e incluso algunas con parafarmacia.

Todo ello, combinado con una estrategia diversificada donde prevé hacer crecer el modelo 'low cost' de Ballenoil. Donde no haya una demanda premium, se apostará por puntos que desarrolla Ballenoil y se seguirá ampliando. De hecho, se prevé abrir 250 estaciones de servicio nuevos en los próximos tres años.