Una de las cuestiones que más preocupa a los españoles es el precio de la luz. Las facturas a las que tenemos que hacer frente cada mes suponen un problema muy importante porque además, por tendencia general, el coste no deja de subir. Por ello, es fundamental saber qué electrodomésticos y aparatos gastan más luz.
Es cierto que en los hogares más modernos, estos propios electrodomésticos se han convertido, a la vez, en los mejores aliados. Esto es gracias a que muchos tienen sistemas de autopagado cuando llevan cierto tiempo sin actividad o porque tienen programas inteligentes de ahorro de energía. Sin embargo, esto no es suficiente.
Hay un aparato de la casa con el que tenemos que tener especial cuidado, ya que no solo supone un gasto energético desmedido, sino que también conlleva una serie de riesgos importantes para nuestro hogar. Se trata del calentador de agua, el cual si no controlamos con atención, puede llegar a provocarnos hasta un incendio. Por ello, es necesario tomar una serie de precauciones.
El electrodoméstico más 'peligroso'
Las casas de ahora no son como las de antes. Es una frase que seguramente hayamos escuchado mucho a nuestros abuelos e incluso a nuestros padres. Ahora, todo en nuestros domicilios depende de alguna fuente de energía, especialmente de la luz. Por ello, a final de cada mes, llega el terrible momento de comprobar la factura.
Intentar reducir costes es una cuestión que todos perseguimos, pero que es muy difícil de conseguir. Para ello, debemos saber qué aparatos consumen más y cuándo podemos aprovechar para apagarlos o desconectarlos. Uno de los grandes olvidados es el calentador de agua.
Suele estar situado en una estancia de la casa que no frecuentamos mucho y por ello pasa desapercibido. Una cuestión que provoca que cuando nos marchamos de viaje o de vacaciones se nos olvide apagarlo. Y permanece conectado y gastando mucho.
Pero además del consumo energético, el calentador de agua, ya sea de gas o eléctrico, lleva implícito otro riesgo que puede ser incluso mayor. Si lo mantenemos trabajando de manera ininterrumpida durante mucho tiempo, puede desarrollar fallos con mayor frecuencia. Y estos pueden llegar a traducirse incluso en un incendio. Una situación fatal que es mucho más grave que una simple factura elevada.
Por esta cuestión, todos los expertos recomiendan una vigilancia constante y no subestimar su importancia en la casa, ya que su correcto funcionamiento proporciona agua caliente para la cocina, el baño y otras áreas de nuestro inmueble.
De manera habitual, los calentadores estándar suelen sufrir un sobrecalentamiento. Y es que cuando están en funcionamiento su sistema de calefacción está en constante actividad para mantener el agua a la temperatura deseada. Cuando estos son más antiguos, los componentes internos pueden desgastarse. Igual sucede con aquellos que no han sido sometidos a un mantenimiento adecuado. Por ello, aumenta el riesgo de fallos eléctricos o de fuga de gas.
En el caso de los calentadores eléctricos, estos fallos pueden provocar chispas que terminan siendo fatales al estar en una zona de riesgo. Por su parte, los calentadores de agua a gas pueden presentar fugas o problemas en el sistema de ventilación incrementando el riesgo de incendio.
Estas cuestiones, además del propio ahorro, nos pueden evitar un grave problema. Por ello, es importante seguir la recomendación de apagar de vez en cuando nuestros calentadores. Así evitamos su funcionamiento continuo, lo que conlleva un menor desgaste y un ahorro en el consumo de energía. Por si esto fuera poco, en aquellas regiones donde bajan mucho las temperaturas, ayuda a prevenir problemas de congelación de las tuberías.
¿Cómo evitar problemas con nuestro calentador?
Ahora que el verano se marcha y que el otoño y el invierno empiezan a aparecer en el horizonte, conviene tener en perfecto estado nuestro calentador. Por ello, es el momento ideal para revisarlo y comprobar que todo están en orden.
Los expertos recomiendan realizar inspecciones periódicas para detectar cualquier problema y, sobre todo, para identificar comportamientos que impliquen un despilfarro de dinero. Así pues, es necesario realizar labores como limpiar el calentador, verificar los componentes eléctricos y asegurarse de que no haya fugas de gas para mantener el aparato en condiciones óptimas.
Para finalizar estas indicaciones, es muy importante haber elegido bien la localización de nuestro calentador para evitar el riesgo de contacto con materiales inflamables y para asegurar una ventilación adecuada en el caso de los modelos a gas.