Hacer permanente el 'impuestazo a las energéticas' está en el aire, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha destacado que "hay mucho apetito inversor en otros países como Estados Unidos y Reino Unido, donde hay seguridad y predictibilidad en la regulación".
Aún así, considera que la reforma del Gobierno para convertir en permanentes los gravámenes extraordinarios para las energéticas y la banca no deja de ser, a día de hoy, "ruido" y "rumores", ya que "no hay nada concreto".
En una conferencia con analistas para presentar los resultados de la compañía correspondientes a los nueve primeros meses del año, Galán señaló que aún "no se ha aprobado absolutamente nada" al respecto.
Y además, será necesario llevar a cabo un proceso "muy largo" y con "algunas incertidumbres" en su tramitación en el Parlamento y en el Senado, por lo que "no está claro que se vaya a producir".
Por ello, indicó que la compañía todavía no sabe si deberá incluir o no en sus previsiones para los próximos años -presentará su Capital Markets Day en otoño de 2025 en el que actualizará su estrategia a partir de 2026- este gravamen.
"Evidentemente, nuestra proyección o nuestras proyecciones para los próximos años se basarán en lo que sea real", dijo, considerando que la tramitación del denominado 'impuestazo' a las energéticas es todavía "un proceso largo".
"Tenemos que prestar atención a lo que pase", añadió al respecto, estimando que, de todas maneras, supondría "algo muy menor" para Iberdrola si se compara con todo el negocio del grupo.
Actualmente este gravamen para las energéticas representa un 1,2% de las ventas, a liquidar en 2023 y 2024 contra los ejercicios de 2022 y 2023, respectivamente. Dado que fue concebido como temporal para esos dos ejercicios, de no prolongarse con este u otro diseño, a finales de este año decaería.