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Moeve (antes Cepsa) gana 106 millones de euros hasta septiembre. La compañía logra abandonar los números rojos que registró en el mismo periodo de 2023, pese al impacto de la fuerte caída del margen del refino y el pago del impuesto energético.

"En un entorno geopolítico difícil, Moeve ha obtenido unos resultados financieros satisfactorios que permiten seguir invirtiendo en nuestra estrategia de transición. Seguiremos trabajando con las autoridades para garantizar unos marcos regulatorios y fiscales que favorezcan las inversiones necesarias para la transformación urgente de nuestro sistema energético”, dijo Maarten Wetselaar, CEO de Moeve.

La antigua Cepsa decidió poner en 'stand-by' sus inversiones en nuevos proyectos de hidrógeno en España ante la posibilidad de que el impuesto extraordinario a las energéticas pudiese convertirse en un gravamen permanente. Sin embargo, el gravamen terminó siendo tumbado por Junts el mes pasado.

Moeve ha contribuido con 3.259 millones de euros en impuestos en España hasta septiembre, "de los cuales 1.794 millones fueron asumidos por la compañía y 1.466 millones fueron recaudados por cuenta de la hacienda pública española", detalla la empresa. El importe total incluye el pago de Moeve de 243 millones de euros por el impuesto extraordinario, que para la compañía, entre 2023 y 2024, asciende a un total de 566 millones de euros.

No obstante, en los nueve primeros meses del año, Moeve invirtió un total de 887 millones de euros. La compañía catapultó sus inversiones sostenibles un 70%, hasta los 293 millones de euros, a medida que avanza la construcción del complejo de biocombustibles de segunda generación de Huelva, el mayor del sur de Europa, cuya inversión prevista es de 1.200 millones de euros. 

El beneficio neto CCS ajustado (excluyendo el efecto de los extraordinarios y los inventarios) fue de 477 millones de euros durante los nueve meses, frente a los 252 millones en 2023.

No obstante, en el tercer trimestre, estas ganancias experimentaron una caída del 26% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, reduciéndose a 79 millones de euros, debido principalmente a menores márgenes de refino.

El resultado bruto de explotación (ebitda) CCS ajustado alcanzó los 1.481 millones de euros durante los primeros nueve meses del año, un 27% más. El flujo de caja de las operaciones se situó en 206 millones de euros, un 23% menos, impactado por el gravamen energético.

La deuda neta de Moeve en el tercer trimestre de 2024 fue de 2.519 millones de euros, manteniéndose en niveles similares al mismo periodo de 2023. Sin embargo, la ratio de deuda neta/Ebitda de los últimos doce meses disminuyó a 1,6x en este trimestre, frente a 1,7x en el mismo periodo del año pasado. Además, la liquidez de la compañía entre julio y septiembre se incrementó un 51% hasta alcanzar 6.287 millones.

Negocios

El ebitda CCS ajustado del negocio de Energía en el tercer trimestre de 2024 fue de 269 millones de euros, un 20% menos que en el mismo periodo de 2023. Esta caída se debió principalmente a la fuerte reducción de los márgenes de refino, que pasaron de 14,3 a 4,8 dólares por barril, afectada por la menor demanda global (especialmente en China), el aumento de la capacidad de refino y las elevadas existencias de productos refinados.

También influyeron prácticas fraudulentas en el mercado español, aunque se están desarrollando medidas parlamentarias para abordar este problema. A pesar de ello, la utilización de la capacidad de refino se mantuvo estable en el 92%.

La división Química registró un ebitda de 68 millones de euros, frente a los 52 millones del mismo trimestre de 2023, impulsado por la recuperación de la demanda de LAB, fenol y acetona en Europa. Las ventas aumentaron un 14%, alcanzando 622.000 toneladas, gracias a una mejora gradual en el consumo europeo tras un periodo de bajos niveles de demanda.

En Exploración y Producción, el resultado bruto de explotación subió a 85 millones de euros, comparado con 73 millones en el tercer trimestre de 2023. Este aumento fue resultado de una mayor producción que contrarrestó la caída en los precios del crudo, que promediaron 80,2 dólares/barril frente a los 86,8 dólares del año anterior. Los precios del petróleo fluctuaron entre 70 y 90 dólares debido a tensiones geopolíticas, factores climáticos y preocupaciones sobre la demanda.