Los fabricantes eólicos de la UE pierden la carrera contra China al competir por tener la pala más grande, no la más efectiva
- Las subastas de renovables convocadas en el norte de Europa quedan desiertas y en España, brillan por su ausencia.
- Más información: Teresa Ribera aseguró en abril pasado que habrá subastas de renovables "en breve", "tan pronto" se recabe información del sector.
China representó el 65% de la capacidad eólica mundial en 2023, lo que llevó a cuatro fabricantes eólicos chinos a estar entre los cinco primeros del ranking mundial. Una carrera que ha conseguido ganar, pese a que las principales marcas europeas, Vestas, Siemens Gamesa y Nordex Group, GE Vernova y Enercon, fueron los cinco principales proveedores de turbinas en Europa en ese mismo año.
El sorpasso tiene una clave: la frenética carrera de los productores europeos por tener la pala más grande en un tiempo récord, que ha terminado fracasando.
"Era inevitable que tuvieran fallos técnicos, al escalar los diseños a una mayor potencia y a unas medidas superiores, se necesitaba incluir en los cálculos otros parámetros, que se han visto después", señalan fuentes del sector eólico a EL ESPAÑOL-Invertia.
Con un récord de 16,3 gigavatios (GW) de capacidad instalada, Goldwind mantuvo la posición de liderazgo por segundo año consecutivo, según un análisis de Wood Mackenzie.
Envision le siguió de cerca con 14,1 GW, el mejor año de la compañía hasta el momento, y en tercer lugar, Vestas conectó 11,5 GW, el único OEM occidental entre los cinco primeros del mundo. En cuarto y quinto lugar, Windey y MingYang instalaron 10,1 GW y 9,9 GW, respectivamente. En general, el mercado se mantuvo consolidado con el 54% de los mercados eólicos mundiales en manos de los cinco principales OEM.
Subastas desiertas
Las máquinas chinas, pese a que también compiten por ser grandes, están más focalizadas en ser eficientes y tener una calidad-precio más atractiva. "Y también que el mercado chino les permite desarrollarse, todo lo contrario de lo que está pasando en Europa".
Después de que una licitación danesa de 3 GW de energía eólica marina para tres ubicaciones del Mar del Norte fracasara la semana pasada cuando no se presentó ningún postor, la próxima subasta del país para 2,8 GW en tres ubicaciones "menos atractivos" en el estrecho danés también es "muy probable" que fracase, ha dicho la empresa de inteligencia Aegir Insights.
Los lotes del Mar del Norte fueron parte de un plan de 6 GW para triplicar la capacidad eólica marina actual de Dinamarca para 2030 y alcanzar rápidamente el 100% de energías renovables en su combinación eléctrica.
Pero los promotores parecen haberse asustado por las actuales condiciones de licitación, que en lugar de acceso gratuito a la red y subvenciones prevén el pago de tasas de concesión al Estado, que por primera vez se convertiría en accionista con un 20% de los proyectos. Y no sólo, los precios negativos del mercado eléctrico tampoco ayudan a incentivar la llegada de nuevos promotores.
Frenazo en España
Y del norte de Europa, al sur. En España, el ritmo de construcción de nuevos parques no está teniendo el ritmo adecuado para alcanzar los objetivos del PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima) para 2030.
Para el año 2030, el Gobierno espera que España alcance los 62 gigavatios (GW) de potencia eólica instalada, con 3 GW correspondientes a eólica marina. Con esos objetivos, se prevé que se añadan más de 30 GW de potencia nueva en los próximos seis años, pero el año pasado sólo se instalaron 607 MW, y 1 GW en lo que va de 2024.
"Y no sólo es una cuestión de bajos precios en el mercado mayorista de electricidad, la imposición de tasas y cánones autonómicos desincentivan a los inversores y la paralización de proyectos en los juzgados provinciales echa más leña al fuego", advierten las mismas fuentes del sector eólico a este diario.
"Si no hay pedidos para los fabricantes eólicos en Europa porque se ralentiza la construcción de nuevos parques, se perderá una industria que ha sido pionera durante décadas, y una de las pocas donde Europa tiene una ventaja respecto a China y Estados Unidos".
"Pese a las ayudas europeas y a la protección que se pudiera incluir en la próxima Net Zero Industry Act, que se aprobará en 2025, si no cuentan con ingresos, no tendrán dinero suficiente para destinarlo a la investigación, y se quedará rezagada respecto a sus competidores tecnológicos de terceros países", concluyen estas fuentes.