El precio del gas en Europa no baja la guardia: sube un 45% en 2024 y podría incrementarse otro 60% más en 2025
- El precio del gas europeo es mucho más elevado que el de otras regiones clave como Estados Unidos, Oriente Medio y Rusia.
- Más información: Se dispara la ansiedad en la UE tras cerrar el grifo Gazprom a Austria: el precio del gas rompe la barrera de los 47 euros/MWh
Si hace unos meses el 'informe Draghi' extendió la preocupación por Europa de que se estaba perdiendo competitividad industrial -y tecnológica- respecto a otras potencias mundiales por los precios del gas y de la electricidad, a corto plazo no pinta que este escenario vaya a cambiar.
Sólo en 2024, y a unas horas del cambio de año, ya se puede concluir que los precios del gas en Europa han subido cerca de un 45%, lo que aumenta la carga sobre los hogares y la industria en su esfuerzo por recuperarse de la peor crisis del coste de la vida en décadas. A 30 de diciembre, la subida supera los 47 euros/MWh.
Y las industrias europeas se están preparando para un nuevo shock en los precios del gas durante los próximos meses de invierno, porque el clima frío agota las existencias, porque se intensifica la competencia con Asia por el gas natural licuado (GNL) y porque se avecina la perspectiva de una reducción de los suministros rusos, tras el cierre del gasoducto que pasa por Ucrania.
Todo eso pese a que la demanda de gas de la Unión Europea es un 17% inferior a la media de los últimos cinco años. Pero los precios actuales en la UE son casi cinco veces superiores a los del gas estadounidense, que se comercializa a 3,095 dólares/mmBtu, equivalentes a 10,02 euros/MWh.
Los contratos de futuros para el año próximo ya tienen una prima, una señal clara de que los precios se mantendrán altos durante más tiempo, lo que en última instancia se traduce en facturas más altas para los consumidores, según publica Bloomberg.
Algunos operadores calculan que la falta de gas ruso por Ucrania provocará un incremento hasta 10 euros más alto por megavatio-hora.
Según Bank of America (BofA) Global Research, los precios del gas en Europa estarán en una media de 40 euros/MWh el próximo año, pero con riesgo de picos a 70 euros/MWh –casi un 60% por encima de los niveles actuales– debido a la escasez de suministro y a los requisitos de almacenamiento de la UE.
Fin del suministro ruso
Uno de los factores que más están impulsando los precios al alza es la más que probable finalización del contrato de tránsito entre Ucrania y Rusia.
Como las reservas de gas de los países del norte y del este de Europa dependen en gran medida de Rusia y son un colchón para tiempos más difíciles, al agotarse a un ritmo más rápido de lo normal por frío y falta de viento, está dificultando asegurarse los suministros para el próximo invierno. Además, se prevé que el clima se torne más frío, lo que podría aumentar la demanda de gas para calefacción.
"Los altos precios inevitablemente han tensado la competitividad industrial y el desempeño económico", dijeron los analistas de MET Group. De cara al futuro, "los retrasos en la incorporación de capacidad o una demanda más fuerte de lo esperado de Asia, impulsada por la recuperación económica o el clima frío, podrían tensar el mercado".
Los 15.000 millones de metros cúbicos de gas que Rusia envía a través de Ucrania cada año representan menos del 5% de las necesidades totales de Europa. Sin embargo, la pérdida de una de las últimas rutas para el gas ruso pondría más presión en un mercado de gas ya de por sí ajustado y haría subir los precios globales, según advierten los analistas de Energy Aspects Ltd.
¿Crisis energética?
Han pasado casi tres años desde que la guerra en Ucrania trastocó el mercado energético de la región y disparó los precios, pero los balances siguen siendo muy ajustados.
Europa ha trabajado para diversificar sus fuentes de suministro, comprando más cargamentos marítimos, aumentando su dependencia de Noruega y Estados Unidos y desarrollando energías renovables. Aun así, los precios han seguido siendo extremadamente sensibles a cualquier riesgo percibido en la producción.
Y ahora Asia está aumentando las compras de GNL a medida que las olas de calor extremas se vuelven más frecuentes, y China, el mayor importador, ha incorporado capacidad de almacenamiento, intensificando la competencia por el combustible.
El fin de semana, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, cuyo país depende en gran medida de Rusia para el suministro de gas natural, estimó que los hogares y las empresas europeas se gastarían entre 40.000 y 50.000 millones de euros más al año por la subida del precio del gas y entre 60.000 y 70.000 millones más por los costes de electricidad.
La situación es difícil en Alemania, donde muchas fábricas tuvieron que detener o reducir la producción debido a los altos costes de la energía.