El declive del refino sacude a los 'gigantes' petroleros: BP, Shell, Repsol y Exxon sufren en sus balances
Algunas empresas del sector advierten a sus inversores de nuevos impactos en sus cuentas de resultados por la caída del negocio.
Más información: La AIE espera que la demanda de petróleo crecerá este año y el siguiente en menos de un millón de barriles
La bonanza del negocio del refino —que hizo brillar los balances de las compañías petroleras tras la invasión de Ucrania— ya es cosa del pasado. La caída de las ganancias obtenidas de la conversión de petróleo en gasolina, diésel o queroseno se siente con fuerza en las cifras de BP, Shell, Repsol o ExxonMobil.
A semanas de presentar el cierre de sus últimas cuentas, y tras un 2024 en el que los márgenes del refino se han reducido considerablemente, varias de estas compañías ya han advertido a sus inversores sobre los impactos del nuevo contexto energético. La última en hacerlo ha sido BP. Este mismo martes.
La compañía británica ha anticipado que el desplome de sus márgenes resultará en una disminución de las ganancias del cuarto trimestre, que presentará al mercado el 11 de febrero. Hablamos un recorte de entre 100 y 300 millones de dólares (entre 97 y 292 millones de euros).
Mientras, las realizaciones en su unidad de producción y operaciones de petróleo podrían llevar a una reducción adicional de entre 200 millones y 400 millones de dólares (195 millones y 390 millones de euros). También espera una caída en la producción upstream.
En los años previos a la invasión, Europa cerró numerosas refinerías. Más de una veintena de plantas fueron clausuradas en una década. Pero la caída de la oferta, consecuencia de la salida de Rusia del mercado, desembocó en un renacer del negocio.
Ahora, la situación ha cambiado. La entrada en operación de nuevas refinerías en Asia y África ha aumentado la oferta de productos refinados, moderando la presión sobre los precios.
Ejemplos destacados son la megaplanta de Dangote en Nigeria (con una capacidad de 650.000 barriles por día), la refinería de Dos Bocas en México (340.000), Al Zour en Kuwait (615.000) y Duqm en Omán (230.000).
Además de BP, Shell advirtió también hace una semana que los resultados de comercio de petróleo y gas esperados para el cuarto trimestre serán significativamente inferiores a los de los tres meses anteriores.
Al otro lado del charco, su rival Exxon también ha encendido las alarmas. El titán estadounidense alertó la semana pasada que el desplome de sus márgenes de refino también impactará en sus ganancias del cuarto trimestre, que presentará al mercado el 31 de enero.
En una presentación remitida a la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) advirtió que esta caída recortará sus ganancias en aproximadamente 1.750 millones de dólares (1.700 millones de euros) en comparación con el trimestre anterior.
La petrolera también mencionó que las ventas de activos upstream beneficiarían los resultados en alrededor de 400 millones de dólares, pero las bajas por deterioro costarían unos 600 millones.
En España, Repsol también ha sufrido las consecuencias de la caída de los márgenes. Según el último de sus informes presentados, relativo al tercer trimestre del año, sus márgenes se desplomaron más de un 70% en este periodo. Pese a recortar un 36% hasta septiembre, la petrolera ha intensificado su plan de dividendos.
Repsol presentará las cifras de cierre de ejercicio el próximo día 20 de febrero. Aunque los márgenes se han recuperado ligeramente en Europa, algunas de las principales casas análisis prevén que la caída de la demanda de China y la nueva producción de instalaciones extranjeras impedirán un aumento significativo de los márgenes en 2025.
Previsiones
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) mantiene su expectativa de que la demanda mundial de petróleo aumentará en 2024 y 2025 por debajo del millón de barriles diarios, una estimación mucho menos ambiciosa que el crecimiento de dos millones de barriles diarios registrado en el periodo 2022-2023.
La mejora en los países que no forman parte de la OPEP+ se traducirá en un alza de unos 1,5 millones de barriles en 2024 y 2025, con el continente americano acaparando el 80% de esta subida.
Estados Unidos, Brasil, Guyana y Canadá en conjunto aportarán más de ese millón de barriles para ambos ejercicios y "colmarán sobradamente el crecimiento de la demanda", apunta la AIE.
Como resultado, los mercados se enfrentan a un superávit de más de un millón de barriles diarios este año que repondrá los inventarios, que se encuentran actualmente en niveles bajos.