Petróleo ruso.

Petróleo ruso. Invertia

Observatorio de la Energía

Rusia acumula casi un billón de euros en ingresos por petróleo y gas en tres años, aunque las ventas a la UE caen al 11%

A partir de la invasión rusa de Ucrania, EEUU, la UE y Reino Unido han impuesto más de 20.000 sanciones, principalmente a su sector energético.

Más información: Biden (EEUU) dispara las sanciones a una cantidad "sin precedentes" de petroleros de la 'Flota en la Sombra' de Rusia

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Desde que hace ya más de tres años Rusia invadiera Ucrania, EEUU, la Unión Europea y Reino Unido han conseguido sumar hasta más de 20.000 sanciones, principalmente dirigidas al sector energético del país.

Pero ahora, la presión del presidente estadounidense Donald Trump para impulsar las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia ha generado incertidumbre sobre el futuro de las sanciones al petróleo y el GNL (gas natural licuado) rusos, según el último informe de ICIS (Independent Commodity Intelligence Services).

A pesar de estas medidas, Rusia ha acumulado casi un billón de euros en ingresos por petróleo y gas, pese a que las ventas a la Unión Europea se han reducido a tan solo el 11%. Ambas 'commodities' representan hasta la mitad de los ingresos fiscales de Rusia, según estimaciones del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).

La cuota de mercado rusa se desploma a medida que las importaciones europeas se vuelcan hacia suministros alternativos

La cuota de mercado rusa se desploma a medida que las importaciones europeas se vuelcan hacia suministros alternativos ICIS

La UE ha intentado desvincularse de los suministros rusos, mientras que el G7 impuso un límite comercial al petróleo crudo ruso transportado por vía marítima.

Este último informe técnico de ICIS analiza la eficacia de las sanciones existentes y cómo los posibles cambios en la política estadounidense podrían transformar los mercados energéticos mundiales.

Incertidumbre con Trump

Mientras Trump impulsa las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, "es incierto si intentará reforzar o reducir algunas de las sanciones impuestas al petróleo y el GNL rusos durante los últimos tres años", dicen los expertos de esta consultora especializada en mercados energéticos mundiales.

Su segundo mandato ha dado paso a una oleada de medidas económicas que han generado volatilidad en los mercados y sacudido la economía mundial.

El 7 de marzo, el presidente estadounidense declaró que estaba considerando seriamente una serie de aranceles y sanciones contra Rusia, pero muchos observadores no descartan la posibilidad de un cambio radical en las restricciones, ya que Washington ha redoblado sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz con Moscú sobre Ucrania.

La semana pasada, Estados Unidos no extendió una exención que permitía a los bancos rusos utilizar los sistemas de pago estadounidenses para transacciones energéticas, lo que asestó otro golpe a la industria petrolera rusa.

Pero dice ICIS que la eficacia de las sanciones no reside solo en su aplicación, sino también en la percepción de que se impondrán.

Con Donald Trump impulsando cada vez más a Estados Unidos hacia Rusia, esa percepción se diluirá, lo que planteará dudas sobre la eficacia de las sanciones a largo plazo.

Dependencia del gas americano

Y en este contexto, las exportaciones estadounidenses de GNL al Viejo Continente se han disparado, representando el 58% de las importaciones en enero. Si bien Europa se ha vuelto cada vez más dependiente de EEUU, lo mismo podría decirse de EEUU, ya que el 80% de sus exportaciones de GNL se han dirigido a Europa en los últimos meses, según datos de ICIS.

Dado que se prevé que la producción estadounidense de GNL se duplique en la segunda mitad de esta década, la eliminación de las sanciones contra el proyecto ruso Arctic LNG2 generaría competencia directa para los productores estadounidenses.

Mientras tanto, con la UE y Reino Unido comprometiéndose a debilitar económicamente a Rusia como parte de los esfuerzos para ayudar a Ucrania a negociar desde una posición de fuerza, Bruselas y Londres tendrían la responsabilidad de mantener las sanciones por su cuenta, pero esto plantea dudas sobre su eficacia.

En definitiva, con el enfoque de Estados Unidos hacia Rusia, dos preguntas dominarán el debate en los mercados mundiales de petróleo y gas: ¿Desmantelará Estados Unidos las sanciones impuestas hasta la fecha? Y, de ser así, ¿pueden ser igualmente efectivas las sanciones unilaterales europeas?

Efecto 'Trump' en las sanciones

Alexander Kolyandr, especialista en sanciones e investigador principal no residente del Centro para el Análisis de Políticas Europeas (CEPA), con sede en Washington, señala que deben considerarse varias condiciones.

En primer lugar, dado que las políticas arancelarias de Trump probablemente generen inflación que afectaría tanto a su electorado obrero del Cinturón Industrial como a las empresas tecnológicas de California, el levantamiento de algunas sanciones a la producción petrolera rusa podría presionar los precios del crudo a la baja, compensando el impacto de los aranceles.

Dado que las fuertes caídas de los precios podrían afectar la producción petrolera actual y futura, dicha medida debería sopesarse teniendo en cuenta los intereses de los productores estadounidenses.

Kolyandr afirmó que la inclusión en la lista negra de las petroleras rusas Gazprom Neft y Surgutneftegas tiene un impacto relativamente menor, ya que su producción combinada ronda el millón de barriles diarios, o menos de una décima parte de la producción total rusa. Más críticas son las sanciones contra la llamada flota en la sombra, que ha transportado el 78% de los envíos marítimos de crudo ruso en 2024.

Kolyandr dijo que otro factor que determinará la eliminación de las sanciones estadounidenses es la facilidad de su levantamiento. "Algunas sanciones se derivan de la Ley CAATSA (Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones), que requiere la aprobación del Congreso y es más difícil de eliminar, mientras que otras se introdujeron mediante leyes de emergencia, que son más fáciles de eliminar".

Por último, algunos observadores creen que una posible salida de EEUU del límite de precios del G7 no supondría un problema para Europa, ya que la mayor parte del petróleo ruso que elude el límite se exporta a través de los puntos de estrangulamiento controlados por la UE en el mar Báltico, lo que da al bloque la capacidad de controlar y aplicar el límite. Y las exportaciones rusas de GNL dependen igualmente críticamente de los seguros europeos.