Enrique Riquelme, presidente de Cox. E.E.
Cox se lanza a la caza de contratos con una ofensiva en licitaciones de 35.000 millones de euros para 2025
El grupo obtuvo en 2024 un laudo favorable de 25 millones en Omán, pero registró nuevas provisiones por una demanda de 6 millones en El Salvador.
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Cox se lanza a la caza de contratos en 2025. La compañía, cotizada desde noviembre, está preparando una ofensiva de ofertas para competir en licitaciones por un valor aproximado de 35.000 millones de euros este año.
Actualmente, está pujando ya por algunos de estos contratos y prevé optar a los restantes en los próximos meses, en una estrategia clave para multiplicar su negocio de construcción y prestación de servicios.
Este impulso forma parte del plan de crecimiento de Cox en Energía y Agua, que se sustenta en dos pilares fundamentales: por un lado, el negocio concesional, que abarca concesiones en operación y una cartera de proyectos fotovoltaicos en diversas fases; y, por otro, el negocio de construcción y prestación de servicios.
En este último segmento, el grupo presidido por Enrique Riquelme ha logrado mejoras significativas en 2024. En concreto, aumentó un 163% su cartera de proyectos contratados (backlog de servicios), alcanzando un valor de 2.230 millones de euros.
Asimismo, los ingresos en este negocio crecieron un 16%, alcanzando los 470 millones de euros. Esto permitió a la compañía dejar atrás las pérdidas brutas de explotación y registrar un resultado bruto de explotación (ebitda) de 49 millones de euros.
Mercados
El mercado latinoamericano fue el que aportó el mayor porcentaje de ingresos, con un 37% del total, seguido por el europeo (27%), el africano (15%), Oriente Medio (12%) y América del Norte (9%).
Más allá de su ofensiva para crecer en el área de construcción y servicios, Cox tiene ambiciosos planes para expandir su negocio concesional. Espera invertir más de 600 millones de euros en activos en el marco del Plan Apollo.
Actualmente, cuenta con siete concesiones en operación y con una cartera de 3,6 gigavatios (GW) de proyectos fotovoltaicos entre operación, construcción y desarrollo. No obstante, prevé el desarrollo de nuevas concesiones en el sector del agua y en el sector de transmisión e infraestructuras, actualmente en construcción. En este negocio logró en 2024 aumentar un 33% sus ingresos, hasta 232 millones de euros, y un 29% su ebitda, hasta 134 millones.
Con base a estos dos pilares, el grupo prevé un crecimiento del negocio de una media de un 40% anual durante los próximos cinco años, alcanzando una cifra de ingresos de más de 3.800 millones de euros en 2029, con un margen ebitda del 20%.
Litigios heredados de Abengoa
Cox está avanzando también en la resolución de contingencias legales, muchas de las cuales provienen de litigios heredados de Abengoa. Estas incluyen tanto cantidades que espera cobrar como posibles deudas que podría tener que afrontar en el futuro.
Durante el último ejercicio, el grupo obtuvo una resolución favorable en el arbitraje relacionado con el proyecto Salalah en Omán, que le otorgó una indemnización de 25 millones de euros más intereses y costes legales. Sin embargo, también tuvo que registrar nuevas provisiones debido a una condena por 6 millones de euros interpuesta por Banco Atlántida en El Salvador en 2020, que ha sido recurrida.
En octubre de 2024, la compañía inició procesos de arbitraje en Ghana, donde, junto con el Standard Bank of South Africa (SBSA), reclama una indemnización de 327 millones de euros por el incumplimiento de varios contratos y garantías vinculados a una planta desaladora en la ciudad de Accra. Si Cox no obtiene una resolución favorable, los bancos que financiaron la planta podrían tomar medidas para recuperar el dinero prestado, lo que podría incluir la toma de control de la planta desalinizadora.
Por otro lado, Cox sigue gestionando el cobro de un laudo arbitral recibido en agosto de 2019, relacionado con el litigio en Kenia por el Proyecto de Interconexión Kenia-Uganda. Este laudo reconoció una indemnización de 37 millones de euros más costas, lo que suma un total aproximado de 38,2 millones de euros.
Además, en noviembre, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México abonó al grupo 7,1 millones de euros como parte de un arbitraje iniciado en 2020.
En cuanto a las posibles deudas que enfrenta el grupo, que podrían generar una salida de recursos en el mediano plazo (de 2 a 5 años), destacan las reclamaciones en Brasil. Estas incluyen demandas de empresas locales contra las filiales de Abengoa adquiridas por Cox, por un valor aproximado de 29 millones de euros, así como reclamaciones laborales y administrativas relacionadas con el negocio de Bioenergía en Brasil, que suman alrededor de 20 millones de euros.
