El ‘crowdfunding’, una herramienta de financiación participativa, ha permitido que a lo largo de estos años hayan salido adelante proyectos de todo tipo. Este modelo de inversión digital abierto a cualquiera hace tiempo que encontró su hueco también en el sector inmobiliario.
Una plataforma de ‘crowdfunding’ inmobiliario permite a los ahorradores participar en inversiones colectivas, en uno o varios proyectos o bienes inmobiliarios, con el fin de obtener de una rentabilidad proporcional al capital aportado, ya sea mediante su alquiler o su venta.
Publican en su web los proyectos de compras de edificios, viviendas o locales comerciales en las principales ciudades españolas. Los usuarios tienen a su disposición la ficha técnica de cada uno de ellos con toda la información necesaria como la ubicación, el tipo de edificio, cuánto se aportará para pagar el inmueble y qué parte se destinará a impuestos o reformas. También vendrá especificado para qué servirá el proyecto (reforma y venta, alquiler y posterior venta, etc.), el tiempo estimado de retorno de la inversión y una oren de la rentabilidad que se obtendrá.
Urbanitae, Inveslar o Privalore son algunas de las plataformas que permiten realizar este tipo de inversiones y que disponen del visto bueno de la Comisión del Mercado de Valores (CNMV). Sus usuarios solo tienen que elegir qué proyecto les interesa y cuánto están dispuestos a destinarle.
Desde el portal inmobiliario Idealista recomiendan tener unos mínimos conocimientos económicos, del sector y de la legislación que rige este tipo de negocios para participar en un ‘crowdfunding’ inmobiliario.
LA INVERSIÓN
Este tipo de plataformas acercan el mundo de la inversión a más personas porque no es necesario disponer de grandes cantidades de dinero para poder participar. Aunque en principio se trata una inversión con poca volatilidad, nuestro dinero no está garantizado por ningún Fondo de Garantía, por lo que existe un riesgo. Las plataformas suelen cobrar una comisión del 10% sobre los beneficios que se obtengan.
LA RENTABILIDAD
Se trata de una inversión ilíquida por lo que cuando se aporta el dinero a un proyecto no se podrá recuperar hasta que se haya realizado la venta del inmueble. Existen dos formas de obtener rentabilidad: a través de la venta o el alquiler. Si el edificio se compra, se reforma y se vende, obtendremos nuestra inversión más los beneficios cuando la venta se lleve a cabo. Si, por otra parte, el edificio se compra, se reforma, se alquila y se vende, obtendremos primero la parte proporcional de la rentabilidad cada mes mientras esté alquilado y nuestra inversión más el resto de los beneficios cuando se realice la venta.
Todo depende de la solvencia del proyecto elegido. En el 'crowdfunding' inmobiliario no hay una garantía de recompra en caso de impago. Por lo tanto, si un proyecto sale mal o no ofrece la rentabilidad esperada, podremos perder una parte importante del capital invertido.