Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora el 8 de marzo, Invertia ha recopilado las impresiones de un buen número de importantes directivas en el sector inmobiliario para conocer su experiencia en torno a la igualdad de género en este ámbito.
Tradicionalmente, el sector inmobiliario estuvo más vinculado a hombres con traje y corbata que hacían negocios con otros hombres con traje y corbata. Afortunadamente, la situación está cambiando. Más allá de los requisitos de etiqueta, la creciente presencia de la mujer es cada vez más evidente en una larga carrera por lograr que el género no sea un condicionante ni en este ni en ningún otro contexto laboral.
Pese a hablar con mujeres que ocupan cargos directivos en empresas del sector inmobiliario, muchas de ellas reconocen que aún falta subir el último escalón en la escalera de mando al que no han llegado directivas todavía. Eso sí, fuera de sus empresas.
En la promotora Aedas Homes, tres de los siete miembros de su comité de dirección son mujeres: María José Leal, directora financiera; Esther Duarte, directora de Recursos Corporativos; y Coro Morales, directora de Asesoría Jurídica. A pesar de ello, Duarte reconoce que “es un sector en el que encuentras pocas mujeres en puestos directivos”. Sobre todo, en el área de negocio.
“Me ha resultado difícil llegar hasta donde estoy. Nadie me ha puesto trabas, pero el techo de cristal es real”, reconoce María José Leal. Además, añade, “no es fácil llegar a todo, compatibilizar la vida familiar y laboral”.
“Somos muchas las mujeres que nos dedicamos a esto, pero aunque hemos avanzado se siguen viendo diferencias en puestos de dirección; hay pocas mujeres”, confirma Águeda García, técnico de control en Tinsa. “Es posible que aún falte dar un último paso para tratar de igualar los números en los altos cargos”, ahonda Rosa Peña, directora general de Operaciones de Vía Célere.
La directora general de Gesvalt, Sandra Daza, también dedica un espacio a la autocrítica. “Muchas veces las barreras son propias, nos las ponemos nosotras mismas, como la falta de confianza y, en ocasiones, sensación de falta de legitimidad dentro de la organización”.
No obstante, Sandra Daza resalta que si tuviera que destacar alguna cualidad femenina en el estilo de dirección destacaría “la empatía y la capacidad de escucha activa que tenemos las mujeres, ya sea en este o en cualquier otro sector”. “La asertividad me parece un plus, sin dejar de lado otro tipo de cualidades importantes”, reflexiona.
De tú a tú
En su trayectoria profesional, estas directivas no han experimentado situaciones machistas y de prejuicios de manera consciente por parte de un superior o compañero. La directora técnica corporativa de Neinor Homes, Ana de la Fuente, explica que desde su experiencia “no puedo decir que ser mujer haya influido negativamente en mi desarrollo”.
Rosa Peña recuerda que ha trabajado muchos años a pie de obra y no ha tenido “jamás” un problema en ese sentido. “He sido tratada como un compañero más en todos los aspectos, pese a ser un sector mayoritariamente masculino”, incide.
Por su parte, Águeda García apuntala esta idea y afirma: “No me he encontrado nunca con ningún problema, el trato siempre ha sido correcto y con respeto”. El 58% de la plantilla de Tinsa son mujeres (incluyendo personal administrativo, técnico y dirección).
Talento más que género
En este camino hacia la igualdad, las directivas luchan por enfocarse más en el talento que en el género. “No conozco ninguna compañía que habiendo identificado talento interno, al margen de su género, no conceda oportunidades de desarrollo directivo, siempre y cuando la persona esté dispuesta a asumir el reto”, expone Sandra Daza.
“Creo que las diferencias las marcan las personas, sus diferentes perfiles y experiencias”, analiza Ana de la Fuente. “Más que hombres y mujeres, creo que las empresas, y en eso Neinor ha sabido crear grandes equipos, deben apostar por perfiles multidisciplinares que se integren y completen entre sí, aportando distintas visiones en pro de un objetivo común”, profundiza en su exposición.
En cuanto al rol como jefe, Susana Rodríguez, directora ejecutiva de Consultoría y CCO en Savills Aguirre Newman, opina que “ya no estamos” en cómo llevan los hombres tener una mujer jefa. “Otra cosa es el estilo de cada persona en su forma de dirigir, que va dejando de estar marcado por el género”, apunta. “Aprendemos unos de otros , distintos estilos que llevan al éxito, y vemos que suele ser trabajo en equipo con la combinación de diferentes perfiles en todos los casos”, describe la directiva.
La directora de Recursos Corporativos de Aedas Homes recuerda que “cuesta mucho encontrar al mejor candidato y me da igual si es hombre o mujer”. “Tenemos que ir al mejor talento, no al género”, resume Esther Duarte.
Sandra Daza expone a este respecto que “las compañías cada vez son más conscientes de la importancia de generar canales de desarrollo profesional de perfiles con talento al margen de cuál sea su género”. Además, desde su papel como directiva insiste en que “las empresas tenemos la obligación de generar esos caminos para contar no solo con diversidad de género sino de experiencia, nacionalidad, etcétera”.
La conciliación, clave
“Es fundamental que se promuevan medidas de conciliación, porque llega un momento de tu vida en el que tienes que conciliar otras responsabilidades en el hogar y tradicionalmente lo hemos hecho más las mujeres que los hombres”, apunta María José Leal. “Esto es algo muy cultural, necesitamos conciliar todos”, agrega su compañera de Aedas Homes Esther Duarte. “Lo que hay que hacer es menos todos y todas, señores y señoras, y más medidas que faciliten la igualdad”, apostilla Coro Morales.
Las directivas de Aedas Homes coinciden en que las nuevas generaciones están mucho más concienciadas en este aspecto. “Todo está cambiando, es una ola imparable; lo que pasa es que necesitamos tiempo”, expresa Esther Duarte. “Tengo hombres jóvenes en mi equipo y sí he empezado a notar un esfuerzo en paridad y conciliación, lo cual es fantástico”, declara María José Leal.
Susana Rodríguez coincide con sus colegas directivas y analiza que “hay una clara tendencia de las compañías más innovadoras a facilitar la vida a las personas y contribuir a esa conciliación en modo orgánico”. “El gran reto es conseguir el bienestar completo porque está demostrado que al mismo tiempo mejora la productividad”, afirma la directiva de Savills Aguirre Newman.
Del mismo modo, la directiva mira al futuro y afirma que “las nuevas generaciones llegarán a un mundo del trabajo que estamos viendo evolucionar tanto por las nuevas tecnologías como por la educación en la colaboración desde las etapas formativas”. “El papel de las empresas a través de sus objetivos de recursos humanos, talento y cultura, junto con las cada vez mayores experiencias del empleado y cuidado por las personas en general están encaminadas a romper las desigualdades que aún existen”, concluye.
Sectores satélite y la mujer
Fuera de ese sector, pero muy vinculado al inmobiliario están los mundos de la construcción y la arquitectura. Aunque ambos mejoran en el porcentaje de mujeres trabajadoras, sus crecimientos tienen velocidades muy diferentes.
La coordinadora de Igualdad del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (Cscae), Matxalen Acasuso, señala que a 31 de diciembre de 2019 los profesionales habilitados en España para ejercer la Arquitectura eran 47.193, de los que 14.475 eran mujeres (30,67%). No obstante, este hueco disminuye en la universidad. “En las aulas y en profesionales por debajo de 40 años ya hay más mujeres que hombres”, afirma.
Además, las mujeres empiezan a sumar reconocimientos internacionales en el mundo de la arquitectura. Por ejemplo, el estudio catalán RCR Arquitectes, con Carme Pigem como uno de sus tres socios, ganó el premio Pritker 2017 (el mayor reconocimiento mundial de esta disciplina). En su última edición, este galardón reconoció a las profesionales irlandesas Shelley McNamara e Yvonne Farrel, primera vez en la historia que se otorga a un estudio formado únicamente por mujeres.
El mundo de la construcción es diferente, aunque también registra un pequeño cambio. El año pasado cerró con 107.639 mujeres trabajando en este sector, lo que representa el 8,4% del total, según los datos del cuarto trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA).
“Es verdad que en la construcción las mujeres que se incorporan lo hacen en puestos cualificados, técnicos, pero la industrialización de la construcción abre un espectro totalmente diferente porque la mujer sí está mucho más incorporada”, explica la directora de Recursos Corporativos de Aedas Homes. “Además, con los turnos pueden acoplar mejor su vida personal”, ahonda Esther Duarte. Y es que esta promotora, como Vía Célere, están realizando grandes avances en esta nueva manera de edificar.
Las historias están ahí, los datos de resultados y objetivos también. Al final, como coinciden todas las entrevistadas, el talento dará paso y abrirá la puerta al género.