Las empresas encaran septiembre planificando la vuelta a las oficinas. Algunas ya han manifestado su intención de prolongar, en la medida de lo posible, el teletrabajo. En cualquier caso, los ritmos en las oficinas se verán afectados por las medidas de seguridad establecidas para evitar nuevos contagios en el trabajo. Esto lleva a replantear tanto el precio de los inmuebles destinados a este fin como su propia necesidad.
El parón de actividad y la posterior situación de incertidumbre económica provocadas por el coronavirus han llevado a las empresas a reformular la distribución de sus plantillas. Durante los últimos meses han sido frecuentes las rotaciones entre el formato presencial y el online. Cada compañía se encuentra en un proceso de adaptación a las nuevas circunstancias en las que se llevará a cabo la reactivación económica.
"Nuestro hogar se ha convertido en nuestro lugar de trabajo y las oficinas se han quedado vacías. Pero nuestro trabajo ha cambiado hacia una forma más autónoma y se ha perdido el ápice de la sociabilidad", señala Fernando Fuente, director nacional de CBRE Valuation Advisory.
Agosto dificulta la recuperación
Fuente lamenta el aumento de contagios del mes pasado, ya que supone "iniciar septiembre 'en caliente' con muchas cosas en el aire". Esto se debe al incremento de posibilidad de una potencial segunda ola y a la reducción del intervalo de recuperación económica.
"Agosto ha sido un mes malo y con mucha incertidumbre. Creo que la incertidumbre en el sector inmobiliario se traduce en riesgo, que es igual a penalización o ajuste del precio a la baja", explica.
Variación en el precio
Toda esta evolución se traduce en una modificación del mercado inmobiliario, que se ve ha visto muy afectado en los últimos meses a raíz de la pandemia. Según un estudio llevado a cabo por la consultora CBRE, el 56% de las oficinas permanecieron abiertas durante el periodo de confinamiento. Esto ha llevado a muchas empresas a solicitar carencias o ayudas por parte de los empleados.
"El sector oficinas es muy incierto", afirma. El Índice CBRE estima una variación en el precio del -2,78% respecto al último trimestre de 2019. Desde la consultora apuntan también hacia un periodo en el que se experimente una cierta desocupación. Del mismo modo inciden en que el mercado se resentirá además durante el segundo semestre, aunque "está por ver".
El informe de CBRE que lleva por nombre "Nuevo horizonte inmobiliario" analiza las tendencias y el impacto en el valor de la Covid en diferentes sectores. Como una de las primeras conclusiones, el estudio contempla una disminución en los costes operativos durante estos meses de confinamiento, que ahora se verá incrementado por un aumento en las labores de limpieza y seguridad.
La incertidumbre que atraviesa la economía se deja sentir de manera especial en el mercado de las oficinas. "No sabemos cómo va a ser la vuelta en septiembre", destaca Fuente. Recuerda que se han llevado a cabo diferentes previsiones que luego no se han cumplido a causa de la inestabilidad.
Renegociación de contratos
Fuente considera que el sector puede convivir con una cierta tasa de desocupación que "se convierta en estructural". Por ello, recomienda que es más importante fijarse en la evolución que el sector de oficinas va a tener "a nivel de negocios".
En este sentido, el directivo de CBRE prevé una renegociación de los contratos del sector, para lo cual, cree, "los propietarios deberán ser flexibles". El Índice CBRE estima que en esta nueva normalidad entrarán en juego otros valores que pasarán a ser muy relevantes a la hora de concebir las oficinas: protocolos de seguridad de los inmuebles que afectarán a su aforo, situación financiera de los inquilinos a corto-medio plazo, medidas de inversión necesarias para favorecer los niveles de sostenibilidad, eficiencia y seguridad de los edificios.
"Ahora habrá un nuevo criterio: que los edificios sean healthy buildings, que los ocupantes sean seguros desde el punto de vista sanitario. Se está invirtiendo para adaptar los edificios a las normativas: módulos, aires acondicionados, etc.", explica Fuente.
La decisión de las empresas de seguir apostando por el teletrabajo en parte de su plantilla, y las inversiones que los propietarios deberán llevar a cabo en sus inmuebles para adaptarlos a las nuevas circunstancias, implican una revisión de las necesidades y de los contratos.
Hacia un modelo híbrido
"Las oficinas ya estaban y seguirán. Ninguna inversión grande se está haciendo a distancia. El distanciamiento social lo impide", apunta Fuente y prosigue: "Vamos a buscar todos un híbrido. Es muy importante tener esa cercanía para hacer negocio y seguir adelante".
"Hemos estado tres meses confinados. Nos costará volver a la oficina, pero volveremos", señala. Asegura que esto se verá de manera clara cuando se disponga de una vacuna, momento que se replanteará el teletrabajo.