La socimi Merlin Properties ha cerrado 2020 con un beneficio neto contable de 56,4 millones de euros, lo que representa un retroceso del 90% comparado con los 563,6 millones de euros registrados en 2019, debido en gran medida al ajuste de valor de los activos (en torno a 100 millones de euros) y el cambio de perímetro por ventas.
El impacto estimado por rentas no ingresadas (fijas, variables y “mall income”) y gastos extraordinarios incurridos como consecuencia de la Covid ha ascendido en la compañía a más de 64 millones de euros, equivalentes a 14 céntimos por acción.
Sin embargo, la compañía dirigida por Ismael Clemente ha obtenido unos ingresos totales de 508,6 millones de euros (incluyendo rentas brutas de 503,4 millones de euros), un Ebitda de 365,4 millones de euros y un beneficio operativo de 262,4 millones de euros (56 céntimos de euros por acción), tal y como refleja en sus cuentas anuales remitidas a la CNMV.
El negocio crece
Más allá de los grandes números impactados por la valoración de los activos, el negocio de Merlin Properties sigue creciendo. "2020 ha sido un año complicado para el negocio, pero no ha ido tan mal como podíamos pensar gracias a la diversificación", ha explicado Ismael Clemente.
Por un lado, las oficinas han tenido un buen comportamiento en el periodo con una subida en rentas like-for-like del 2,2% y un incremento medio del 3%. La tasa de ocupación se ha mantenido en un 91,1%, con una tasa de renovación del 83%.
Por otro, el mercado logístico. Ha experimentado un importante empuje de la mano del crecimiento de la venta on-line motivado por la pandemia. Debido al difícil año en la división de centros comerciales, la logística ha pasado a ser la segunda categoría de activos por importancia para la socimi, con más de 1,8 millones de m2 en operación y 86 millones de euros de rentas brutas anuales. La cartera cuenta con una tasa de ocupación del 97,5%.
Merlin Properties ha asegurado que seguirá reforzando este mercado con los futuros desarrollos incluidos en los planes Best II & III y en ZAL Port. Estos desarrollos generarán más de 1 millón de metros cuadrados adicionales y unas rentas futuras estimadas de 55 millones de euros.
En el lado negativo, los centros comerciales. Los cierres y severas restricciones de tráfico han afectado a los centros durante muchos meses del ejercicio, lo que ha hecho disminuir la afluencia y las ventas de los inquilinos, que han caído un 36% y un 37%, respectivamente.
Merlin lanzó una política comercial en marzo para los locales obligados a cerrar. En junio se añadieron bonificaciones en la renta para intentar ayudar a los clientes a mantener su negocio en tasas de esfuerzo sostenibles. Como contrapartida, los clientes han extendido los vencimientos de sus contratos hasta 2022, protegiendo la ocupación de la cartera durante 2020 y 2021.
Además, en octubre se lanzó una nueva política comercial para el primer semestre de 2021, previendo severas dificultades en este arranque de año por nuevas olas hasta que se alcancen unos niveles mínimos de vacunación. Más del 95% de los inquilinos se encuentran acogidos a estas políticas en España.
Optimismo para 2021
Ismael Clemente se ha mostrado optimista ante el devenir de este ejercicio, marcado por la evolución de las vacunas y la vuelta a la normalidad. "La economía se rige por lo que dicte la velocidad de normalizar nuestra vida", ha afirmado.
Así, en oficinas un mínimo impacto en la tasa de ocupación y ninguno en las rentas porque sus activos CBD tienen una gran demanda. Tan solo ha mostrado preocupación por los inquilinos que puedan presentar insolvencias a causa de la pandemia. Por tanto, la socimi dedicará este año a alzamientos de insolventes y renovar los clientes que cumplen contrato.
En logística, con el sector en plena expansión, el CEO de Merlin Properties ha apuntado en un encuentro con la prensa que las rentas pueden subir y la ocupación se mantendrá plana.
Esta combinación permitirá a la compañía aumentar su cash flow porque los inquilinos, a medida que recuperen la normalidad, necesitarán menos ayudas. De ahí que haya augurado un dividendo de 0,25 euros por acción para retener caja (en torno a 100 millones de euros) que permita mantener las inversiones.