Se llama Casa Vilaró. También es conocida por el nombre de ‘Casa del Barco’. Ubicada en el distrito de Gracia, junto al Park Güell, se construyó en 1929. Y tiene más de 750 metros cuadrados, jardín, piscina, solarium y vistas panorámicas a toda Barcelona y el mar. ¿Su precio? Según Barnes, la empresa comercializadora, casi dos millones de euros.
A esta joya inmobiliaria, considerada la primera obra racionalista de España, no le van a faltar ‘novios’. La apertura de fronteras, después del cierre ocasionado por la pandemia, ha vuelto a desatar el apetito inversor tanto de residentes en España como de más allá de nuestras fronteras.
Un mercado, el del lujo inmobiliario, que se ha rehecho. Incluso ya supera los cifras previas a la pandemia. Y ahí están jugando un papel destacado los 'nuevos públicos'. Así denominan en el Instituto de Valoraciones a los jóvenes emprendedores o no europeos interesados en la golden visa.
“Por un lado, están los jóvenes y millennials emprendedores, creadores de start-ups y exitosos en el mundo tecnológico que tienen un alto poder adquisitivo”, especifican desde Instituto de Valoraciones. Según Barnes, más del 70% de este segmento, que suele estar entre los 25 y 35 años, tiene previsto invertir en la compra de una vivienda. Y, de ese porcentaje, el 88% quiere que sea su vivienda habitual.
“Si bien este grupo está dispuesto a invertir presupuestos altos en su vivienda ideal, suelen buscar mucho para conseguir las mejores opciones a un precio justo de mercado”, añaden. ¿Y qué es lo que tienen en su radar? Lo que más le interesa es que cumplan ciertos estándares de calidad y que les ofrezcan una serie de comodidades.
Estancias multifuncionales
Sin duda, los millennials representarán una gran cuota de mercado en los próximos años. “Este tipo de compradores apuestan por viviendas tipo apartamentos, normalmente áticos ubicados en los barrios más exclusivos de la capital como Chamberí, Salamanca o Chamartín”, explica Álvaro Martínez, director de Barnes Madrid. Y les gusta que sean viviendas con estancias multifuncionales.
Asimismo, al ser una generación familiarizada con la tecnología y los valores éticos y sociales, dan mucha importancia a la sostenibilidad y las prestaciones tecnológicas. Por eso, demandan viviendas con sistemas de eficiencia energética que optimicen el consumo y sean respetuosos con el medioambiente.
Junto a los millennials, hay otro grupo que está tomando fuerza en la compra de vivienda de lujo. Se trata de extranjeros, no europeos, cuyo interés es doble. Por un lado, quieren viviendas de lujo por encima de medio millón de euros. Por otro, si lo consiguen, ‘matan dos pájaros de un tiro’. Porque así obtienen el denominado como visado de residencia por adquisición de bienes inmuebles en España.
La también conocida como golden visa es un permiso para extranjeros que quieran entrar en España para llevar a cabo un inversión de capital. Para obtenerla, pueden hacerlo de diferentes maneras. Y una de ellas es comprando inmuebles por encima de 500.000 euros. Eso sí, la vivienda debe estar libre de cargas. Por tanto, el solicitante no puede haber utilizado un préstamo de ningún tipo ni tampoco una hipoteca.
Rentabilidad
Madrid y Barcelona, así como las islas y las zonas de costa, suelen ser los lugares preferidos para los inversores en vivienda de lujo. Junto a la ya mencionada apertura de fronteras, a su favor juega el hecho de la oferta y las facilidades de compra para realizar inversiones. “Algo que se ha notado en gran medida en el último año, sobre todo teniendo en cuenta el cambio que se ha producido en la demanda y las necesidades en los hogares”, sostienen desde el Instituto de Valoraciones.
Además de zonas exteriores con jardines y piscina, el comprador de vivienda de lujo también busca servicios y valores añadidos como domótica, seguridad y materiales de alta calidad. Los europeos siguen buscando playa, como la costa mediterránea o las islas. Asiáticos y latinoamericanos prefieren Madrid y Barcelona, ya sea para vivir o como inversión. Valoran la alta calidad de vida y las opciones de ocio.
De continuar la tendencia, los precios subirán. De ahí que ahora estén aprovechando el momento, aprovechando las oportunidades inmobiliarias. “A esto se le une también el deseo por adquirir propiedades para obtener ingresos y crear patrimonio en un momento en el que la inflación presenta una tendencia de crecimiento”, indican desde el Instituto de Valoraciones. Y es que la vivienda suele ofrecer mejores rentabilidades que otros productos financieros.