La pandemia y el auge del ecommerce. Dos ‘tiros en el pie’ que conllevaron una “corrección significativa” en los precios de los locales durante la crisis derivada de la Covid-19 sobre todo en los alquileres en las denominadas como zonas comerciales prime. Así lo calificó el Banco de España. Un ajuste de precios que, según la entidad reguladora, fue del 7,3% durante la primera etapa de la pandemia.
Con la Covid-19 en retroceso, y la consecuente recuperación del comercio y la hostelería, las principales arterias comerciales recuperan el esplendor de antaño. No sólo respecto a 2021. También previos a la pandemia. Y se espera que siga aumentando “con la estimulación total del turismo”.
Así lo ven desde CBRE, que ha analizado las principales calles comerciales de Madrid, Barcelona, Alicante, Bilbao, Málaga, Palma de Mallorca, Sevilla, Valencia y Zaragoza. “Los datos de reactivación de las calles comerciales motivan el impulso de la demanda internacional, con un incremento de la actividad en las principales calles comerciales”, indica Susana Elhombre, Retail High Street Director de CBRE España. Y añade: “Este hecho, juntamente con la reducción de la disponibilidad de locales supondrá, llegado el momento, un incremento en los alquileres”.
Una situación que no sucederá a corto plazo. “El aumento del precio de alquiler comenzará a producirse cuando disminuya la disponibilidad de locales comerciales y llegue a niveles en torno al 3% o 4%. Eso se consideraría la estabilización del mercado”, sostiene Susana Elhombre.
Otra razón es que estos locales ya están viendo subir los precios de los alquileres “directamente por la aplicación del IPC que se encuentra en valores históricos”.
Calle a calle
“Los datos de afluencia de enero y febrero de este año se encuentran muy por encima de los mismos meses de 2020”, relata Gonzalo Senra, director nacional de Retail en CBRE España. Y matiza: “Esto demuestra el auge del retail. Tiene la capacidad de atraer una gran afluencia de peatones, incluso con cifras superiores a los meses previos a la pandemia”.
Crecimientos que llegan, en algunas zonas, a aproximarse al 500% en el primer trimestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021. Es el caso de la Gran Vía de Madrid, que lo ha hecho un 474%. Otros clásicos como Sol, Preciados o Callao han aumentado sus peatones en un 347%. Serrano y Goya, por su parte, lo hicieron un 225% y un 244%, respectivamente.
Si se compara con los meses de enero y febrero de 2020 (previo a la pandemia), el incremento ha sido del 102% en Gran Vía, y del 67% en Sol, Preciados, Callao. En Serrano y Goya, los porcentajes fueron del 101% y del 133%, respectivamente.
En Barcelona, Paseo de Gracia vio aumentar sus viandantes un 291% en el primer trimestre de 2021 respecto al mismo periodo de 2020. Portaferrissa y Portal del Ángel lo hicieron un 280% y un 385%, respectivamente.
Otras ciudades
Más allá de Madrid y Barcelona, el eje comercial Maisonnave-Gadea-Soto (Alicante) recibió durante el primer trimestre de 2022 un 318% más de tráfico de personas que durante el mismo periodo de 2021. Ese porcentaje, comparado con 2020, fue del 188%.
En Bilbao, la Gran Vía recibió un 251% más de visitantes respecto a 2021, y un 140% más en enero y febrero sobre ambos meses de 2020. Y la calle Marqués de Larios, de Málaga, llegó hasta el 1.500% respecto al primer trimestre de 2021. Aquí, la vuelta del turismo ha sido clave en su recuperación.
La avenida Jaime III y la calle San Miguel, de Palma de Mallorca, también crecieron en número de peatones: un 300% y un 280%, respecto a 2021; y un 128% y un 186%, sobre 2020. Cifras que en el eje comercial de las calles Velázquez, Tetuán y O’Donnell de Sevilla fueron del 271% (2021) y 109% (2020).
Por último, la calle Colón de Valencia creció un 371% sus visitantes respecto a 2021, y un 148% sobre 2020. Mientras que el paseo de la Independencia de Zaragoza no le fue a la zaga: 464% sobre 2021, y 147% sobre 2020.
“Actualmente estamos en un momento de estabilización de rentas tras las caídas sucesivas durante el último año y medio”, sostiene Susana Elhombre. Y concluye: “Todavía estamos lejos de los precios previos a la pandemia”.