El gigante inmobiliario chino, Evergrande, ha lanzado su plan de reestructuración de deuda. El objetivo es lograr un respiro sobre los 18.890 millones de euros que tienen en sus manos inversores extranjeros (deuda offshore). Para ello, la compañía ofrece distintas opciones a los prestamistas, pero asegura que en caso de problemas recuperarán como máximo el 7% de su inversión. Es decir, unos 1.310 millones.
Según el comunicado remitido a la bolsa de valores de Hong Kong, Evergrande ha ofrecido distintas opciones a sus acreedores. De este modo, podrán canjear la deuda por nuevos bonos e instrumentos que van a estar vinculados y respaldados por el grupo y otras dos empresas que cotizan: Evergrande Properties Services Group y la filial de coches eléctricos, Evergrande New Energy Vehicle Group.
Las primeras propustas de la inmobiliaria pasan porque los acreedores intercambien sus bonos por otros nuevos con idéntico valor pero vencimientos a 10 y 13 años. Otra opción sería la de convertirlos en nuebas emisiones a cinco y nueve años junto a otros bonos vinculados a las acciones de otras empresas del grupo.
Fecha clave
La inmobiliaria confía en que el próximo 31 de marzo se pueda lograr el respaldo de la mayor parte de los grupos involucrados, y que la reestructuración entre en vigor el próximo 1 de octubre.
"La reestructuración propuesta aliviará la presión de la compañía por el endeudamiento en el extranjero y facilitará los esfuerzos para reanudar las operaciones y resolver los problemas en tierra", dijo Evergrande en el documento.
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Ahora bien, la situación para Evergrande sigue siendo complicada. Más allá de la deuda offshore, el pasivo de la inmobiliaria es de 300.000 millones en total.
Asegura que en los próximos tres años confía en centrarse en la actividad inmobiliaria, y en conseguir cumplir con sus planes de negocio. Ahora bien, para lograr la entrega de todas las casas que tiene comprometidas va a requerir una financiación adicional de entre 33.000 y 40.000 millones de euros.
Filial de coche eléctrico
"Como resultado, la capacidad de la empresa para pagar la deuda no garantizada... es relativamente débil", dijo, y agregó que se espera que el flujo de caja libre aumente gradualmente a partir del cuarto año, suponiendo que pueda reanudar sus operaciones normales.
Por si fuera poco, la propia compañía ha actualizado el estado de sus filiales. ¿Y qué ha dicho? Básicamente que su filial de coches eléctricos, a la que se van a vincular algunos bonos, podría tener que cerrar a menos que se obtengan nuevos fondos que ayuden a mantenerla a flote.