Instalaciones del Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, en Sevilla.

Instalaciones del Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, en Sevilla. Joaquín Corchero Europa Press

Sanidad

Sevilla necesitaría 211 nuevas camas hospitalarias en la sanidad pública si desaparece el modelo Muface

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La retirada esta semana de SegurCaixa Adeslas, Asisa y DKV del próximo concierto de Muface ha generado un seísmo en el mutualismo. Las tres aseguradoras dan el portazo al considerar insuficiente la propuesta económica, que establecía un incremento del 17,12% de las primas y una duración de dos años.

Eran 303,9 millones de euros más con respecto al último año de vigencia del convenio anterior. Pero las compañías insisten: es necesario que la subida sea, al menos, del 40% para mantener la calidad asistencial. 

Su retirada sume en la incertidumbre a 1,5 millones de funcionarios en España, abocados a ir a la sanidad pública si el modelo cae. De ellos, cerca de 318.000 están en Andalucía, de acuerdo con la última memoria del Muface, del año 2022. Es una cantidad que la Junta eleva a 400.000 personas, contando también a familiares de esos funcionarios beneficiados por el sistema.

¿Qué pasa ahora con ellos? El objetivo del Gobierno es que el Muface no decaiga y por eso prepara a contrarreloj una licitación nueva que previsiblemente tendrá un incremento de las primas para contentar a las aseguradoras.

En paralelo, se remarca que las aseguradoras tienen la obligación de dar a los pacientes la asistencia que necesiten hasta septiembre de 2025. O hasta que se produzca el alta hospitalaria. 

Pero la preocupación ahora mismo es palpable. Muface no es la única mutualidad que atiende funcionarios o que negocia su renovación. También están en ese proceso las mutualidades de militares y personal de Justicia, Isfas y Mugeju. Ambas sí contarán con los servicios de Adeslas y Asisa, aunque DKV ha anunciado que también abandona Mugeju.

Presión en la sanidad pública

Así las cosas, el vacío al que se asoma el Muface abre dudas no solo por el futuro de esta mutualidad, sino por el impacto que pueda tener sobre todo este modelo de asistencia sanitaria si no se encuentra una solución. Y por ello se subrayan las consecuencias de que se viniera abajo, que serían muy relevantes en el caso de la provincia de Sevilla, donde harían falta 211 camas nuevas en la sanidad pública.

Así lo remarca el informe El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas y escenarios futuros, realizado en el marco de la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid.

El documento, presentado a principios de este año, está siendo en las últimas horas rescatado por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que advierte de los impactos que calculan estos expertos.

Por ejemplo: el estudio cifra en un aumento del 266% de las listas de espera de consultas externas y del 115% para una intervención quirúrgica. A nivel de infraestructuras, el sistema público necesitaría de casi 4.000 camas adicionales a nivel nacional.

La cifra supondría un 3,8% adicional a la capacidad actual de nuestro país. "Esto, que a priori podría parecer un impacto moderado, en algunas provincias sería muy complicado de absorber por el sistema público, especialmente en Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Cádiz y Málaga", remarca el texto.

Las cifras de Sevilla

En el caso de Sevilla, en concreto, estima que harían falta 211 camas. Solo Madrid tendría una necesidad mayor (679 camas). 

Sevilla es además la cuarta provincia de España con mayor número de mutualistas. Aglutina a 103.655, es decir, al 4,8% del total, distribuidos de la siguiente forma: 74.586 en Muface (46.699 mutualistas y 27.887 beneficiarios), 24.630 en Isfas (13.764 mutualistas y 10.866 beneficiarios) y 4.439 en Mugeju (2.629 mutualistas y 1.810 beneficiarios).

En el caso de Muface, el 83% de los sevillanos mutualistas eligen ser atendidos a través de una aseguradora. Es en este caso Adeslas la predominante: en ella son atendidos el 45% de los mutualistas sevillanos que escogen aseguradora, frente al 40,9% de Asisa y el 14,1% que es atendido en DKV.