Agentes de la Oficina Nacional de Investigación de Filipinas (NBI) han detenido este miércoles a la directora del diario digital Rappler, Maria Ressa, por una denuncia por "difamación cibernética" presentada por el Ministerio de Justicia filipino, según ha informado en su web el portal.
En torno a las 17.00 horas, agentes de la NBI vestidos de paisano se han presentado en la redacción de Rappler para entregar la orden de detención contra la directora del diario digital. La orden de arresto fue emitida el martes por la presidenta del tribunal regional 46 de Manila, Rainelda Estacio-Montesa.
El Departamento de Justicia solicitó la apertura de una investigación en los tribunales por cargos de difamación cibernética contra Ressa y contra Reynaldo Santos Junior, un antiguo investigador del diario digital, por un artículo publicado en mayo de 2012. Según Rappler, el artículo fue publicado "cuatro meses antes" de que fuera promulgada la ley de cuyo incumplimiento están ahora acusados.
La denuncia del Departamento de Justicia deriva de una queja presentada por el empresario Wilfredo D. Keng, que fue identificado en el artículo del diario digital como el dueño de un vehículo todoterreno que el entonces presidente del Tribunal Supremo, Renato Corona, usó durante el juicio en el que fue destituido.
Keng se quejó no porque fuera identificado como dueño del vehículo sino porque se le mencionaba como una persona que había tenido vínculos con el tráfico de drogas y de personas según informes de Inteligencia. Además de la acusación por difamación cibernética, Ressa afronta cinco casos relacionados con temas de impuestos y otro por supuesto incumplimiento de una ley contra injerencias extranjeras.
En diciembre de 2018, Ressa tuvo que pagar dos fianzas para mantenerse en libertad por dos procesos por temas de impuestos. Rappler ha denunciado que se está viendo sometido a una campaña de acoso y de intimidación por parte del Gobierno desde que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, llegó al poder en 2016.
Además, ha denunciado que Duterte ha lanzado acusaciones falsas contra el medio en varias ocasiones, incluso llegando a decir que está financiado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA). Por último, ha recordado que el Gobierno de Filipinas ha prohibido a los reporteros de Rappler que cubran los actos de Duterte en todo el país.