Desde hace unos años, la predicción de un terremoto se ha vuelto un concepto mucho más viable. Estos fenómenos se caracterizan tradicionalmente por su imprevisibilidad. Sin embargo, los investigadores no dejan de trabajar para poder obtener información que permita cierta prevención, aunque sea de última hora.

Conocer con algo de margen cuándo va a tener lugar un terremoto sería extremadamente útil para poder paliar sus efectos. Y aquí es donde entra la inteligencia artificial, más concretamente, el 'machine learning'. La revista científica Seismological Research Letters ha publicado una sección donde se muestran los avances que se están realizando para la predicción de terremotos mediante estas técnicas.

La idea es comprender mejor los patrones que se desencadenan en un terremoto, tanto antes como durante. De esta manera se busca poder lanzar predicciones sobre la actividad sísmica de una zona, o identificar el epicentro del fenómeno. También se pretende catalogar diferentes tipos de ondas sísmicas y distinguir actividad sísmica de otro tipo de movimientos no relacionados.

Desde luego, la inteligencia artificial se explora desde hace tiempo para calcular cuándo llegará un terremoto. La creación de algoritmos basados en esta tecnología y el creciente volumen de datos, procedentes de los registros sismológicos, han dado pie a que así sea.

El alimento son los datos

Hay una cuestión clave en este trabajo de lograr la predicción de terremotos. Se trata de la información analógica. Aunque es ahora cuando más registros se guardan y cuando más completos son. Pero, a lo largo de décadas, se ha recopilado información en formatos analógicos. El reto está en digitalizar esta gran colección para poder introducirla en los algoritmos y, sobre todo, para evitar que se pierda.

En este trabajo también puede ayudar el 'machine learning', pues es capaz de identificar y categorizar imágenes. De esta forma, no sería necesario digitalizar todo el archivo completo, sino solo las partes que realmente aportaran información útil.

Los esfuerzos en la predicción de terremotos han cristalizado en varias aplicaciones, cuyos creadores afirman que permiten cierta anticipación. Aunque MyShake, que pretende crear una red de detección sísmica, u otras apps, que intentan adelantarse unos 30 o 100 segundos al seísmo, son solo anticipos de futuras herramientas más perfeccionadas. Todo marcha hacia el mismo sentido: saber cuándo tendrá lugar un terremoto.

* Este post fue publicado originalmente en Blogthinkbig.com