La Comisión Europea ha acusado este viernes a Valve, propietaria de la plataforma de videojuegos Steam, y a cinco empresas del sector de restringir la venta de juegos de PC entre Estados miembros, un comportamiento que, de confirmarse, violaría las normas europeas y podría suponer de multas a todas las firmas implicadas.
"En un verdadero mercado único digital, los consumidores europeos deberían tener derecho a comprar videojuegos y a jugar con ellos sin importar dónde vivan dentro de la UE. Los consumidores no deben encontrar obstáculos a comprar entre Estados miembros para encontrar el mejor acuerdo disponible", ha resumido la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
En concreto, Bruselas ha enviado pliegos de cargos a Valve y a cinco editoras de videojuegos, que son Bandai Namco, Capcom, Focus Home, Koch Media y ZeniMax. Las autoridades europeas acusan a estas seis empresas de haber pactado la utilización de claves de activación de videojuegos con bloqueo geográfico para evitar su venta transfronteriza.
Además, sospecha que Bandai Namco, Focus Home, Koch Media y ZeniMax de haber incluido restricciones a la exportación en sus contratos con otros distribuidores distintos a Valve. De esta forma, estas cuatro editoras impedían a otros distribuidores la venta de sus videojuegos fuera de los territorios establecidos.
El Ejecutivo comunitario considera que estas prácticas han evitado que los consumidores europeos puedan comprar videojuegos más baratos en otros Estados. También que les ha impedido comprar y jugar a juegos de ordenador vendidos por otros distribuidores tanto en formato físico como digital.
El envío de pliegos de cargos a estas empresas supone que pueden ejercer su derecho a la defensa. Bruselas ha subrayado, sin embargo, que el paso que ha dado este viernes no prejuzga el resultado final de la investigación.