El presidente de EEUU, Donald Trump, ha firmado este miércoles una orden ejecutiva que prohíbe a las empresas estadounidenses de telecomunicaciones utilizar dispositivos elaborados por compañías que puedan suponer "un riesgo para la seguridad nacional", lo que abre la puerta a una posible prohibición con el gigante asiático Huawei.
El decreto invoca la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que da al presidente la autoridad de regular el comercio en respuesta a una emergencia nacional que amenace a EEUU. La medida ordena al Departamento de Comercio, que trabaja con otras agencias del gobierno, a presentar un plan de aplicación dentro de 150 días.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, el mandatario estadounidense justifica su decisión en los ataques recibidos por "adversarios extranjeros" que tratan de "explotar debilidades en los sistemas de información y comunicación" de su país.
En este sentido, Trump ha explicado que esta amenaza existe por el uso personal de dispositivos o servicios ofrecidos por aquellas empresas que tratan de llevar a cabo un espionaje centrado en la economía y la industria de los EEUU.
Miembros del Congreso han señalado que la orden está dirigida directamente contra compañías chinas como Huawei, que según agentes de Inteligencia podría ser utilizada por Pekín para llevar a cabo actos de espionaje.
"La principal exportación de China es el espionaje, y la distinción entre el Partido Comunista de China y las empresas del 'sector privado' chino como Huawei es imaginaria", ha aseverado el senador republicano Ben Sasse.
El decreto, que ha estado bajo revisión durante más de un año, tiene como objetivo proteger la cadena de suministro y la tecnología de información y comunicaciones del país de "adversarios extranjeros", ha explicado el secretario de Comercio, Wilbur Ross.
"Bajo el liderazgo del presidente Trump, los estadounidenses podrán confiar en que nuestros datos e infraestructura están seguros", ha añadido.
El decreto no nombra específicamente a ningún país o compañía, pero varios altos cargos estadounidenses han calificado previamente a Huawei como una "amenaza" y han presionado activamente a sus aliados para que no utilicen los equipos de Huawei en las redes 5G de próxima generación.
Washington cree que los equipos fabricados por Huawei podrían ser utilizados por el Gobierno chino para espiar. Huawei, por su parte, ha negado repetidamente las acusaciones. La orden ejecutiva llega en momentos en que China y EEUU están envueltos en una disputa comercial que ha llevado a la aplicación de aranceles recíprocos.