El gigante tecnológico Apple se ha comprometido a informar mejor a sus clientes después de haber sido investigada por obsolescencia programada por la Autoridad de Mercados y Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés).
En concreto, el regulador de competencia británico empezó a investigar a Apple el pasado mes de agosto debido que varias de sus prácticas podrían ser contrarias a la legislación sobre los derechos de los consumidores vigente en el archipiélago británico.
La investigación se centró en los usuarios del iPhone no fueron informados de que el rendimiento de sus dispositivos podía empeorar después de que Apple publicara una actualización destinada a gestionar el uso de la batería. Asimismo, los usuarios tampoco tenían información accesible a su disposición sobre la salud de sus baterías, ya que esta se degrada con el tiempo.
La CMA ha cerrado el caso este miércoles después de que la compañía de Cupertino se haya comprometido a notificar "siempre" a sus usuarios en caso de que alguna actualización de software pueda "cambiar materialmente" el rendimiento de los teléfonos móviles.
Apple también proporcionará a sus clientes información "accesible" sobre el estado de la batería, así como una guía para que los usuarios puedan "maximizar" su vida útil y así evitar reparaciones innecesarias.
En octubre, los reguladores de competencia de Italia ya impusieron dos multas a Apple, de un importe total de 10 millones de euros, por haber obligado a los usuarios del iPhone a realizar actualizaciones de sus teléfonos móviles que redujeron el rendimiento de los dispositivos.