Madrid, 11 jun (EFECOM).- La puesta en marcha del "sandbox" o banco de pruebas para innovación de las empresas tecnofinancieras, ya sean "fintech e insurtech", atraerá a España 5.000 empleos y 1.000 millones de euros adicionales en inversión, según ha afirmado la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI).
El "sandbox" nacional pretende recoger lo mejor de los de Reino Unido, Australia y Singapur y añade las modalidades de "no sujeción y exención", que permitirían, entre otras cosas, establecer un periodo de pruebas sin las licencias necesarias y regular posteriormente.
El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley para la Transformación Digital del Sector Financiero el pasado 22 de febrero, pero debido a la celebración de elecciones aún está pendiente la ratificación en el Congreso de los Diputados.
Desde AEFI destacan que hay voluntad política y que los cuatro grandes partidos están a favor del proyecto.
Con la legislación prevista, cualquier empresa con sede social en Europa podría acceder al "sandbox" español y contaría con un periodo mínimo de seis meses para implementar su producto; se prevén dos convocatorias al año con una media de 20 o 30 proyectos para optar a entrar al banco de pruebas.
El presidente de la asociación, Rodrigo García de la Cruz, ha sostenido que gracias a la creación del "sandbox" se evitará la huida de empresas y de talento al extranjero, así como la mejora de las relaciones con los organismos supervisores y reguladores.
Reino Unido, que sigue un modelo no sancionador, es el pionero en este tipo de espacios de pruebas y desde 2016 ha conseguido que los proyectos presentados consigan una financiación media de seis millones de libras, aunque en alguna ronda de financiación se ha llegado a los 36 millones.
En la Europa continental, hay bancos de pruebas en Dinamarca, Holanda y Polonia, pero estos son más restrictivos de lo que sería el español, según ha explicado el socio del despacho de abogados Hogan Lovells Jaime Bofill.
Tanto García de la Cruz como Bofill han destacado la gran colaboración entre empresas "insurtech" -las tecnológicas dedicadas al seguro- con las grandes empresas aseguradoras, ya que les da un espacio donde experimentar más y les ayudaría a encontrar soluciones para algunos de los principales retos del sector, como la digitalización.