El proveedor británico de soluciones para la industria de semiconductores IQE llegaba a perder un 41% de su valor en la Bolsa de Londres, después de anunciar que sus ingresos anuales será inferiores a lo esperado por el consenso del mercado como consecuencia del impacto en la cadena de suministros del sector del veto de las autoridades estadounidenses al fabricante tecnológico chino Huawei.
La firma británica calcula que sus ingresos de los seis primeros meses oscilarán entre los 65 y 68 millones de libras esterlinas (73 y 76 millones de euros), cuando el consenso del mercado apuesta por una cifra de negocio de 68 millones de libras (76 millones de euros).
Sin embargo, para el conjunto del ejercicio IQE prevé alcanzar unos ingresos de entre 140 y 160 millones de libras esterlinas (157 y 179 millones de euros) en el conjunto del ejercicio 2019, cifra inferior a los 175 millones de libras (196 millones de euros) esperados por el consenso del mercado.
"Son tiempos sin precedentes para la industria global de semiconductores, puesto que las condiciones geopolíticas afectan a las cadenas de suministro interconectadas", declaró Drew Nelson, consejero delegado de IQE, quien reconoció que "la incorporación de Huawei a la lista de entidades de la Oficina de Industria de EEUU está teniendo un impacto duradero y de largo alcance en las cadenas de suministro del sector".
"Es una cuestión fuera del control de IQE, pero hemos reaccionado con rapidez para aprovechar nuestras relaciones y buscar nuevas oportunidades de ventas", añadió el ejecutivo, subrayando que la empresa sigue estando "extremadamente bien posicionada para aprovechar futuras oportunidades de crecimiento".
Las acciones de IQE, que este jueves cerraron a 71,65 peniques, llegaron a caer un 41% en las primeras horas de negociación en la Bolsa de Londres, hasta 42,26 peniques. Antes de la media sesión, los títulos de la compañía cotizaban a 50,45 peniques, con un retroceso ligeramente inferior al 30%.