Apple ha inaugurado en Shanghái su Acelerador de Diseño y Desarrollo, el primer centro de apoyo al desarrollo de aplicaciones inaugurado por la multinacional en China, coincidiendo con la tregua abierta en la guerra comercial que mantienen EEUU y el país asiático, donde las ventas del gigante tecnológico estadounidense cayeron un 24,5% en la primera mitad de su ejercicio fiscal, que discurrió entre octubre de 2018 y marzo de 2019.
Ubicado en el distrito de Pudong (Shanghái), el centro dará apoyo a desarrolladores de todos los tamaños y para todas las plataformas, incluyendo iOS, iPadOS, watchOS, macOS y tvOS sirviendo de punto de encuentro con otros miembros de la comunidad de aplicaciones y proporcionando una amplia gama de actividades que abarcarán desde conferencias a talleres o laboratorios, indicó Apple.
China acoge a más de 2,5 millones de desarrolladores de aplicaciones para las distintas plataformas de Apple, generando desde el lanzamiento en 2010 de la App Store en China unos ingresos de más de 200.000 millones de yuanes (25.900 millones de euros) mediante sus ventas, de los que más del 30% correspondieron al ejercicio 2018.
"El Acelerador brinda a los desarrolladores chinos la oportunidad única de trabajar junto con los expertos de Apple para perfeccionar sus habilidades en el desarrollo de aplicaciones y llevar sus aplicaciones al siguiente nivel", destacó la compañía estadounidense.
Los participantes en el programa de Apple aprenderán a implementar las últimas tecnologías de la compañía, además de distribuir y comercializar sus aplicaciones a una base de clientes global.
Apple inauguró un centro similar en 2017 en la localidad india de Bangalore.
De este modo, el fabricante del iPhone refuerza su apuesta por China, donde tiene previsto trasladar el ensamblaje de su nuevos ordenadores Mac Pro, el último de los dispositivos que la multinacional aún fabricaba en EEUU, según adelantó a finales de junio el diario 'The Wall Street Journal'.
En los seis primeros meses de su año fiscal, las ventas de Apple en el mercado chino registraron una caída anual del 24,5%, hasta 23.387 millones de dólares (20.847 millones de euros).