MADRID, 12 (Portaltic/EP)
El 63 por ciento de los directivos de seguridad y operaciones de empresas españolas reconocen que sus analistas se ven "desbordados" por el alto número de amenazas de ciberseguiridad, y más del 70 por ciento de las empresas manifiesta verse incapaz de responder a este desafío sin la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA).
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación de Capgemini ha preguntado a 850 ejecutivos de alta dirección de las áreas de seguridad y operaciones de empresas de distintos sectores en diez países, incluido España.
Como conclusiones, más de la mitad (56 por ciento) de los directivos afirma que sus analistas de ciberseguridad se ven desbordados por el inmenso volumen de unidades de información que deben vigilar para detectar y prevenir intrusiones. En España la cifra asciende hasta el 63 por ciento.
Además, el tipo de ciberataques que requieren una intervención inmediata o que no pueden ser solucionados con rapidez suficiente ha crecido, en particular las amenazas que afectan a las aplicaciones sujetas a exigencias temporales.
El 42 por ciento de los encuestados asegura que han aumentado estas incidencias. De media, el tipo de amenazas ha crecido un 16 por ciento. Por su parte, los ataques automatizados, a velocidades que sólo una máquina puede alcanzar, han crecido una media de 15 puntos hasta el 43 por ciento.
Ante estas nuevas amenazas, la encuesta destaca que dos tercios (69 por ciento) de las compañías reconocen que no podrán responder a las amenazas críticas sin la ayuda de la IA, una cifra que entre las empresas españolas sube dos puntos para alcanzar el 71 por ciento.
Además, el 61 por ciento de los expertos preguntados afirma que necesita IA para identificar las amenazas críticas. Uno de cada cinco directivos ha experimentado una brecha de ciberseguridad en 2018, de las que el 20 por ciento costó a su organización más de 50 millones de dólares.
REDUCE EL COSTE DE DETECCIÓN Y EL TIEMPO DE RESPUESTA
En favor del uso de la IA en cibserguridad, el 64 por ciento de los directivos cree que reduce el coste de la detección de brechas de seguridad y de la respuesta a estas brechas, dato que cae un 12 por ciento de media.
Por su parte, el 74 por ciento indica que permite disminuir el tiempo de respuesta (una reducción del 12 por ciento del tiempo necesario para detectar amenazas). El 69 por ciento afirma también que la IA mejora la precisión en la tarea de detección de brechas y el 60 por ciento asegura que aumenta la eficiencia de los analistas de ciberseguridad.
En consecuencia, cerca de la mitad (48 por ciento) cree que los presupuestos para la IA en ciberseguridad se incrementarán en 2020 en casi un tercio (el 29 por ciento). En términos de despliegue, el 73 por ciento de las empresas está realizando ensayos de casos de uso para IA en ciberseguridad.
Solo una de cada cinco empresas utilizaba IA en el área de ciberseguridad antes de 2019, pero se espera una expansión de su adopción: cerca de dos de cada tres (63 por ciento) organizaciones planea desplegar IA en 2020 para dar reforzar sus sistemas de defensa.
El interés de las empresas en el uso de IA para ciberseguridad se debe a que "permite pasar de la detección, la reacción y la subsanación manuales a un sistema automático de reparación, algo que las organizaciones querrían conseguir en los próximos tres o cinco años", según el CISO de Grupo MediaMarktSaturn Retail, Oliver Scherer.
BARRERAS DE IMPLANTACIÓN
Sin embargo, existen barreras para la implantación de la IA a escala general, como la dificultad para transformar los casos de uso de pruebas de concepto en un despliegue completo. El 69 por ciento de los encuestados admite que está teniendo dificultades en esta área.
Por otro lado, la mitad de las organizaciones consultadas señala también el problema de la integración con sus infraestructuras, sistemas de datos y contexto de aplicaciones actuales. Solo la mitad (54 por ciento) ha identificado las series de datos que se requieren para hacer operativos los algoritmos de IA.
Las empresas deben "crear una hoja de ruta para la eliminación de las barreras principales y centrarse en los casos de uso que más fácilmente puedan aplicarse en toda la organización y que ofrezcan los mejores resultados", según destaca la responsable de AI & Analtytics de Capgemini, Anne-Laure Thieullent.