La tecnología y el deporte cada vez van más de la mano. Un ejemplo de ello es el acuerdo presentado esta semana entre Telefónica y Carolina Marín por el que Movistar se convierte en partner tecnológico de la deportista.
Gracias a ello, la compañía ayudará a la analítica avanzada de los datos de entrenamiento y competición de la campeona olímpica, tricampeona mundial y cuatricampeona europea de bádminton. Actualmente tanto su entrenador, Fernando Rivas, como su preparador físico, Guillermo Sánchez, emplean de manera habitual el análisis de datos como apoyo a la toma de decisiones para mejorar los planes de entrenamiento y las estrategias a aplicar en la competición. La colaboración con Movistar permitirá consolidar este trabajo existente y se concretará en tres fases: una primera que priorizará la automatización de la adquisición de datos y la generación de informes para reducir el tiempo que dedica el cuerpo técnico al tratamiento manual de los datos; una segunda fase para crear herramientas software a medida para la mejora del entrenamiento y la preparación anticipada de las estrategias competitivas, y una tercera fase que incorporará algoritmos de inteligencia artificial para producir conocimiento predictivo respecto al estado de forma y resultados competitivos de Carolina Marín.
Por otro lado, en el ámbito del suministro de agua también se están posicionando las nuevas tecnologías. Esta misma semana se ha presentado una alianza entre Telefónica y Arad, el fabricante de contadores de agua inteligentes, para comercializar una solución inteligente de medición de consumo de agua que revolucione el sector del abastecimiento y la telemedición de su consumo.
Se trata de una solución integral basada en las tecnologías de redes para Internet de las Cosas (IoT) NB-IoT y CAT-M1, que se encuentran dentro de los estándares 3GPP, y están específicamente diseñadas para el IoT Masivo, que permite la conexión de miles de millones de dispositivos y máquinas a Internet. El acuerdo permitirá a las compañías de abastecimiento de agua contar con una solución que combina los mejores contadores electrónicos de agua con una medición precisa gracias a capacidades metrológicas, conectividad IoT y una plataforma de gestión de dispositivos con capacidades de analítica avanzada de datos. Todo ello permitirá a las compañías ahorrar costes en sus operaciones actuales y en la inversión en nuevos activos.
Las nuevas tecnologías se verán revolucionadas con la llegada del 5G. En este sentido el jefe de programa de Observatorio Nacional 5G, Federico Ruiz, señaló en el marco de un curso sobre innovación tecnológica, geopolítica y defensa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que habrá que esperar hasta 2021 para que el 5G llegue a todos los territorios en España. Asimismo, Ruiz destacó el “enorme impacto” que esta tecnología va a tener tanto en las empresas como en el ciudadano, ya que servirá para sustentar otras que vendrán después, como la inteligencia artificial. En este sentido, subrayó que va a ofrecer “muchísimas” ventajas en la vida diaria, al tiempo que abrirá “enormes” oportunidades de negocio a compañías de todos los tamaños.
En el ámbito social, el uso de la tecnología ha sido motivo de análisis esta semana en un evento organizado por el Club Malasmadres y Movistar en el que se mostraron los resultados de la encuesta ‘Tenemos Like’ sobre el uso de las tecnologías con el objetivo de indagar sobre cómo se educa en las tecnologías, qué barreras se encuentran las familias y qué conocimiento tienen las madres sobre el mundo tecnológico que rodea a sus hijos e hijas.
Algunas de las conclusiones más destacadas revelan que ser ejemplo en la educación de los hijos e hijas sobre las tecnologías les cuesta a las madres de esta generación, en gran medida por la falta de información y el miedo que tienen del uso que se haga de ellas. El 63% de las madres piensa que no controla su propio uso de las tecnologías y el 78% de las madres pone normas en casa para el uso y gestión de las tecnologías, pero solo el 18% de ellas las establece para toda la familia. La mayoría solo restringe el uso de las tecnologías a los hijos e hijas (60%).