El conglomerado industrial japonés Toshiba registró pérdidas de 140.228 millones de yenes (1.181 millones de euros) entre los meses de abril y junio, correspondientes al primer trimestre de su año fiscal, frente al beneficio de 1,01 billones de yenes (8.507 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior, después de asumir un impacto negativo de 89.300 millones de yenes (752 millones de euros) por la venta de activos a la francesa Total.
Los ingresos netos de Toshiba en los tres primeros meses de su año fiscal sumaron un total de 813.158 millones de yenes (6.850 millones de euros), un 3,4% por debajo de las ventas del mismo periodo del ejercicio precedente, después de reducir un 2,5% los ingresos del negocio energético, mientras que la división de infraestructuras facturó un 6,3% más y el negocio de electrónica un 1,1% más.
Las ventas netas de Toshiba entre abril y junio disminuyeron un 0,14% en Japón, su principal mercado, hasta 446.399 millones de yenes (3.760 millones de euros) y un 11,6% en el resto de Asia, hasta 208.118 millones de yenes (1.753 millones de euros), mientras que en Europa cayeron un 6%, hasta 53.174 millones de yenes (448 millones de euros). En Norteamérica, las ventas de la japonesa aumentaron un 3,3% interanual, hasta 79.514 millones de yenes (670 millones de euros).
De cara al conjunto de su ejercicio fiscal, que concluirá el próximo 31 de marzo, Toshiba prevé facturar unos 3,4 billones de yenes (28.644 millones de euros), mientras que estima cerrar el ejercicio con pérdidas de unos 132.000 millones de yenes (1.112 millones de euros).