El Gobierno de EEUU trabaja en un programa que proteja de ataques de tipo 'ransomware' las bases de datos de los votantes y los sistemas que se utilizarán en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
Según informa Reuters, este programa se lanzará en aproximadamente un mes y su objetivo es proteger las bases de registros de votantes de los ataques de 'hackers' extranjeros que puedan intentar manipular o destruir los datos a través de un ataque de 'ransomware'.
Este tipo de virus secuestra el equipo infectado, encriptando su información e impidiendo el acceso a la misma. Para recuperar los datos, los atacantes solicitan una cantidad de dinero determinada, generalmente en criptomonedas, aunque no es garantía para que el equipo sea desencriptado ni se recupere el acceso a la información.
Para evitar esto, la Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) de EEUU, está trabajando "junto a los funcionarios de las elecciones y sus socios del sector privado para ayudar a proteger sus bases de datos y responder ante posibles ataques de 'ransomware'", afirma su director, Christopher Krebs.
El programa preparará a los funcionarios estatales encargados de la supervisión de las elecciones con los materiales educacionales necesarios, escáneres de vulnerabilidad y un test de penetración remoto, que se trata de una prueba que se hace a los ordenadores para detectar posibles vulnerabilidades de seguridad que pudieran ser aprovechadas por un 'hacker'.
Además, se les proporcionará una lista de recomendaciones para prevenir el ataque y para saber cómo recuperarse de él en caso de que ocurra. Aunque desde el Departamento de Seguridad Nacional, al que pertenece CISA, afirman que "estamos centrados en prevenir que suceda".
De acuerdo con el medio citado, la mayor preocupación por este tipo de ataque en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 se centra en que podría influir en los resultados de las votaciones.
Según el jefe de tecnología del Instituto ESET, John Sebes, "un ataque no detectado antes de las elecciones podría manipular las listas de los votantes, creando grandes confusiones y retrasos, enajenación, y a la escala suficiente podría comprometer la validez de las elecciones".
EEUU ha sufrido varios ataques de estas características en estos últimos años. El más reciente sucedió en Texas hace unos días donde 23 agencias gubernamentales fueron atacadas por un 'ramsonware' que encriptó varios de los archivos que manejaban.