MADRID, 10 (Portaltic/EP)
La robotización se ve como una amenaza para los trabajadores, en tanto que se estima que para 2030 podría reemplazar hasta 20 millones de empleos en fábricas de todo el mundo. Sin embargo, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) apuntan a que las tecnologías emergentes incrementarán a la desigualdad social.
"Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, "incrementarán la producción económica agregada y potenciarán la riqueza de las naciones", pero no está claro que se traduzcan también en "unos estándares de vida más altos, mejores condiciones laborales, mayores seguridad económica y salud mejorada y longevidad", como recoge el informe del 'Work of the Future', del MIT.
La introducción de máquinas empezó en la Revolución industrial, con la mecanización y automatización de las cadenas de montaje. Si bien entonces estos cambios "eliminaron trabajo indeseado, mientras crearon nuevo y más deseado trabajo y, simultáneamente, elevaron la productividad y permitieron estándares vitales más altos", según recoge el informe, la nueva ola de tecnologías digitales tendrá un impacto diferente.
El estudio mantiene que la tecnología digital afectará principalmente a trabajadores cualificados con un nivel de formación medio, que actualmente se dedican a tareas con rutinas codificables como apoyo de oficina y administrativo, y a ocupaciones de producción, confección y reparación.
La digitalización presenta un menor impacto en puestos de baja cualificación en trabajos manuales y de servicio, debido, como recoge el estudio, a que requieren "destreza física, reconocimiento visual, comunicación cara a cada y adaptación a las situaciones", algo que permanece "fuera del alcance" del 'hardware' y el 'software' actuales.
Otra diferencia que presenta la era digital frente a las anteriores es que "la digitalización no ha traído las mismas ganancias en productividad". El crecimiento de la productividad ha sido "muy lento" en los años 2000, en contraste con el crecimiento "consistente" entre 1975 y 2005, y la rapidez experimentada en las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
"La sustitución de trabajadores por máquinas crea ganadores y perdedores", si bien "la automatización también puede complementar a los trabajadores", se remarca en el estudio. Según datos del Oxford Economics, se estima que a nivel global se emplean 2,25 millones de robots, una cifra que se situaría en los 20 millones para el 2030, 14 millones solo en China.
Estas cifra supondría la pérdida de hasta 20 millones de empleos industriales para ese mismo año. No obstante, y como destaca el informe del MIT, el impacto que la robotización tenga en la sociedad, la economía y la salud de las personas "depende de las instituciones gubernamentales, las inversiones públicas, la educación, las leyes y el liderazgo público y privado".