La agencia de calificación crediticia Moody's ha señalado que la complejidad estructural que implican los procesos de segregación y venta total o parcial de los activos de torres por parte de los operadores de telecomunicaciones puede no compensar los beneficios operativos que generan este tipo de iniciativas.
En un informe, Moody's señala que estas operaciones son cada vez más frecuentes en un momento en el que, ante la llegada del 5G, las empresas están pasando de un modelo de negocio de torres en propiedad a uno menos basado en activos. "La carrera por dar cobertura geográfica ya no es una prioridad y la inversión eficiente y el uso de infraestructuras es clave", agrega.
Así, remarca que las compañías de telecomunicaciones están buscando monetizar sus redes de torres de telefonía móvil por varios motivos, entre los que se incluyen beneficiarse de los altos precios que están dispuestos a pagar actualmente los inversores, las necesidades de reducir de deuda, la posibilidad de compensar el impacto de la nueva normativa IFRS 16 y hacer frente a las inversiones que requerirá el 5G.
"Los acuerdos de redes de telefonía móvil pueden potencialmente maximizar el valor para los accionistas, mejorar el rendimiento del capital empleado y hacer un uso más eficiente de la infraestructura de telecomunicaciones", ha subrayado el vicepresidente senior de Moody's, Carlos Winzer.
Sin embargo, ha advertido de que también introducen complejidades financieras y de contabilidad, así como posibles conflictos de intereses, que indican que cada operación debe ser analizada de forma independiente para determinar las implicaciones en el rating y la reducción real de la deuda. "El uso de los beneficios en efectivo resultantes de la monetización de las torres es un motor clave", ha incidido.
En esta línea, el informe también apunta que muchas de las operaciones no llevan a una reducción material de la deuda, pero sí ayudan a lograr algunas eficiencias operativas. De hecho, agrega que algunas iniciativas llevadas a cabo son solo el resultado de ingeniería financiera y no suponen una venta real de las torres.
Por otro lado, la agencia de calificación crediticia también advierte de que los reguladores podrían oponerse a algunos acuerdos que incluyan la compartición de redes e impliquen menos alternativas para competir en infraestructuras, lo que podría socavar algunas de las estructuras en consideración.