Madrid, 6 nov (EFECOM).- IBM y Bank of America se han aliado para impulsar una nube pública específica para empresas de servicios financieros, que tienen que lidiar con requisitos únicos en materia regulatoria y de seguridad.
Ambas firmas estadounidenses han informado este miércoles de esta iniciativa, con la que se busca impulsar el almacenamiento y gestión de datos de clientes de los bancos en nubes públicas, externas a los sistemas informáticos de las propias entidades.
El primer usuario será el propio Bank of America, el segundo mayor de EEUU y que cuenta con 66 millones de clientes. Como otras muchas grandes compañías, cada vez dedica más recursos a la nube y menos al desarrollo interno de sus propio software de gestión de datos.
Con esta iniciativa, IBM defiende que los proveedores de software podrán centrarse en sus ofertas a las instituciones financieras teniendo asegurados los requisitos normativos que deben cumplir para garantizar la seguridad y privacidad de los datos de forma automatizada y con complejos procesos de encriptación.
"Al establecer un estándar que aborda la preocupación de alojar información altamente confidencial, nuestro objetivo es llevar la nube pública a un nivel de seguridad inigualable", ha añadido la directora de Operaciones y Tecnología de Bank of America, Cathy Bessant.
Esta nube, en la que ambas compañías llevaban meses trabajando, se ejecutará sobre OpenShift, la plataforma de código abierto de Red Hat, comprada en julio pasado por IBM por 34.000 millones de dólares.
Esa adquisición fue la mayor de su historia y colocó a IBM en una posición privilegiada para competir con el resto de los grandes del mercado de la computación en la nube, como Amazon, Microsoft, Google o Alibaba.
La computación en al nube permite a los desarrolladores de software construir sus aplicaciones solo una vez y ejecutarlas a través de contenedores (kubernetes), que facilitan la integración en distintos entornos operativos.
La intención de ambas empresas es que otros bancos se sumen a esta iniciativa, que ayuda a ahorrar costes a la hora de gestionar centros de datos y servidores, especialmente en un sector tan sensible a la normativa y estándares de seguridad como el financiero.