La multinacional estadounidense Amazon anunció este jueves que ha iniciado el proceso legal para protestar ante la adjudicación por parte del Departamento de Defensa de EEUU de un contrato por 10.000 millones de dólares a Microsoft para almacenamiento de datos en la nube.
La decisión del Pentágono, dada a conocer a finales de octubre, resultó sorpresiva, ya que el principal favorito era Amazon, con cuyo dueño, Jeff Bezos, está enfrentado el presidente estadounidense, Donald Trump, lo que enseguida disparó críticas de falta de imparcialidad en el proceso.
El contrato, llamado Empresa de Infraestructura Conjunta de Defensa (JEDI, en inglés), tiene como objetivo sustituir los sistemas de almacenaje propio por los de datos en nube de gigantes tecnológicos, lo que permite acceder a la última tecnología y a servidores masivos.
"Numerosos aspectos del proceso de evaluación de JEDI contenían claras deficiencias, errores y un sesgo evidente, y es importante que estas cuestiones sean examinadas y rectificadas", indicó la empresa de Seattle (estado de Washington, EEUU) en un comunicado.
Además del valor económico del contrato en sí, su importancia va aún más allá, ya que este -el mayor de la historia del Pentágono en el ámbito tecnológico- es visto como el pionero al que pueden seguir otras agencias gubernamentales.
En las semanas previas a la adjudicación, Trump habló varias veces en público de las quejas presentadas por competidores iniciales de Amazon, como la misma Microsoft, IBM o Oracle.
Trump mantiene una pugna abierta con Bezos, que además de Amazon es dueño del rotativo The Washington Post, uno de los medios más críticos con la gestión del presidente y que ha sido objeto de su ira.