El 89% de las futuras generaciones de empresarios familiares españoles cree que donde personalmente pueden añadir valor a su compañía es diseñando una estrategia de negocio de acuerdo con la nueva era digital, según el informe 'NextGen 2019' elaborado por PwC, que apunta que los integrantes de esta próxima generación pueden actuar como agentes de cambio para impulsar la transformación digital de sus compañías, "y así lo están pidiendo".

El estudio, creado a partir de una encuesta realizada a cerca de 1.000 integrantes de próximas generaciones de empresarios familiares en todo el mundo (incluido España), indica que este aspecto es solo superado por el papel que creen que pueden tener a la hora de definir un propósito claro para su compañía y de cara a convencer de que el objetivo de la misma vaya más allá de la obtención de beneficios (96%).

Asimismo, el informe también señala que la denominada 'NextGen' es consciente de que el uso eficiente de la tecnología es uno de los talones de Aquiles de sus empresas, ya que solo el 7% de los encuestados considera que sus compañías hacen una utilización de las nuevas tecnologías digitales mejor que la de la competencia, mientras que un 30% reconoce que lo hace peor y un 44%, igual.

"En consecuencia, tienen claro que la digitalización debe ser la principal prioridad en la que se deben centrar sus empresas en los próximos años, junto a la profesionalización y modernización de la gestión, y a la atracción y retención del talento", remarca el informe de PwC.

La 'NextGen' española considera que el cambio tecnológico (63%) es una de las tres principales palancas que están transformando sus negocios familiares, solo por detrás de la fuerte competencia (70%) y de los nuevos hábitos de comportamiento de los consumidores (77%).

En cuanto a la tecnologías que creen que van a ser más relevantes para el futuro de sus empresas familiares, la próxima generación de empresarios españoles apuesta por el Internet de las Cosas (76%), la Inteligencia Artificial (48%) y la Robotización (48%) y, en menor medida, por el Blockchain (38%) y por la Impresión en 3D (36%).