El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson obtuvo en 2019 un beneficio neto atribuido de 2.223 millones de coronas (211 millones de euros), después de registrar pérdidas de 6.530 millones de dólares (620 millones de euros) en el ejercicio anterior, informó la multinacional.
La cifra de negocio de la compañía escandinava alcanzó los 227.216 millones de coronas suecas (21.574 millones de euros), un 7,7% por encima de los ingresos contabilizados en 2018.
"Nuestro desempeño en 2019 nos coloca en posición de cumplir nuestros objetivos de 2020 y 2022", declaró Börje Ekholm, presidente y consejero delegado de Ericsson.
Ekholm advirtió de que las inversiones en la digitalización de su negocio aumentará los costes en 2020, aunque darán como resultado un incremento de la productividad en 2021, lo que apuntalará la mejora de los márgenes.
En el cuarto trimestre, Ericsson obtuvo un beneficio neto atribuible de 4.430 millones de coronas suecas (420 millones de euros), frente a las pérdidas de 6.553 millones de coronas (622 millones de euros) del mismo periodo de 2018, mientras que sus ventas crecieron un 4%, hasta 66.373 millones de coronas (6.302 millones de euros).
El consejero delegado de Ericsson destacó que la compañía ha suscrito un total de 78 acuerdos comerciales en 5G con operadores y ha expresado su confianza en aprovechar las oportunidades para reforzar su posición en el mercado gracias al impulso del 5G.
"Nuestra competitiva oferta de productos y la mejora de nuestra estructura de costes en hardware y servicios refuerzan nuestra posición y rentabilidad en un momento de modernización de la red europea", añadió.
El consejo de Ericsson propondrá a la junta general de accionistas de la compañía el reparto de un dividendo de 1,50 coronas por acción, un 50% más que el abonado por el ejercicio 2018. "Este aumento subraya la confianza del consejo en el cumplimiento de los objetivos financieros de Ericsson y en el fortalecimiento de su posición", destacó Ekholm.