Bruselas pide a los 27 que las medidas clave estén en marcha el próximo abril
La Comisión Europea ha presentado este miércoles los detalles de las medidas que propone para reforzar la ciberseguridad en la Unión Europea durante el desarrollo de las nuevas redes de conexión 5G, unas reglas "rigurosas" que Bruselas asegura que no están dirigidas contra el fabricante chino Huawei ni ningún otro actor, pero que serán condición para participar en el mercado europeo.
La propuesta de Bruselas expone los principales riesgos identificados por los Estados miembro y plantea una lista de soluciones, incluida la posibilidad de imponer restricciones concretas a proveedores considerados "de alto riesgo" como, por ejemplo, restringir su acceso a determinados sectores, lo que permitiría a los países de la UE actuar de manera diferente con Huawei, a quien algunos ya se han abierto y otros ven con recelo por temor al espionaje.
"Está muy claro, no nos dirigimos contra nadie, pero tampoco somos ingenuos", ha declarado el comisario de Mercado Interior responsable también de Telecomunicaciones, Thierry Breton, a la pregunta de si en Bruselas ven a Huawei o al Gobierno chino como amenazas.
Por ello, ha continuado, los gobiernos de la Unión Europea han llevado a cabo una evaluación con la que identificar los posibles riesgos y plantear soluciones y este trabajo ha sido aprovechado por el Ejecutivo comunitario para presentar ahora una batería de medidas concretas para, por ejemplo, exigir a los operadores estándares más altos en materia de seguridad o la obligación de analizar el perfil de riesgo de los proveedores.
También se pide a los operadores que adopten una estrategia abierta para evitar o limitar las consecuencias de una eventual dependencia de un único proveedor o de la relación con un proveedor considerado de alto riesgo.
"Serán nuestras reglas y si las aplican, fenomenal. Si no lo hacen, no podremos contratarlos", ha resumido Breton, quien después ha recalcado que Europa no está a la zaga en la investigación y desarrollo de las nuevas redes de conexión y ha defendido que si proveedores terceros no quieren seguir estos requisitos no será un problema porque "Europa tiene soluciones".
Lo que ha presentado Bruselas este miércoles es el primer paso de un proceso más largo para el que el propio Ejecutivo comunitario ha fijado varias etapas, la primera de ellas el 30 de abril, cuando espera que los Estados miembro hayan dado los "primeros pasos concretos y mesurables" para poner en marcha las medidas. Además pedirá informes sobre el trabajo hecho que cada país tendrá que presentar antes de que acabe junio.
Bruselas estima en 225.000 millones de euros los ingresos mundiales que las redes 5G generarán de aquí a 2025, por lo que considera clave que Europa tome ventaja para competir en el mercado mundial sin debilitar su ciberseguridad.
Así las cosas, Breton ha subrayado la importancia de contar con un análisis "coordinado" de los Veintisiete frente a una "arquitectura completamente nueva en telecomunicaciones" que tendrá un impacto directo en sectores clave para la economía europea, desde la gestión de hospitales o ciudades hasta el transporte o diversas fuentes energéticas, según ha enumerado el comisario.
Por eso Bruselas ve fundamental identificar los riesgos estratégicos como la dependencia de terceros y desarrollar medidas "estrictas, bastante rigurosas" y, ha recalcado Breton "basadas en cuestiones objetivas".
"No es nuestro papel dirigir nuestra estrategia contra un país o una empresa concretos", ha insistido el responsable comunitario, para advertir que la propuesta tiene la vista puesta en el desarrollo "a largo plazo" de la 5G y por tanto la UE debe estar preparada no solo para reaccionar a un caso concreto sino contar con directrices claras para las próximas generaciones de conexión.