El operador británico de telecomunicaciones BT ha estimado que las restricciones a la contratación de Huawei como proveedor de red de 5G fijadas por el Gobierno de Reino Unido tendrán un impacto en las cuentas de la compañía de alrededor de 500 millones de libras (594 millones de euros) en los próximos cinco años.
El consejero delegado de BT, Philip Jansen, ha asegurado que la seguridad de la red es "primordial" para la compañía, por lo que acoge y apoya la "claridad" aportada por el Gobierno acerca del uso de ciertos proveedores de red en Reino Unido y se muestra de acuerdo con que la prioridad debe ser "la seguridad de las infraestructuras de comunicaciones del país".
En la presentación de los resultados de los nueve primeros de su ejercicio fiscal, ha recordado que desde hace tiempo tienen como principio no utilizar los servicios de Huawei en sus redes más importantes y ha incidido en que las indicaciones del Ejecutivo británico les permitirán planear "con certidumbre" el futuro.
Sin embargo, el directivo ha admitido que cuando estas propuestas se conviertan en legislación tendrán un impacto en sus planes de despliegue del 5G y en el equipamiento que utilizan para la construcción de sus red de fibra hasta las instalaciones (FTTP, por sus siglas en inglés).
En este contexto, Jansen ha explicado que están en estos momentos revisando sus previsiones para los próximos ejercicios en detalle para determinar el impacto total que esta medida tendrá, pero en este momento estiman que rondarán los 500 millones de libras (594 millones de euros) en los próximos cinco años.
Las autoridades británicas permitirán la participación de Huawei en el desarrollo de la red 5G del país, desoyendo así las presiones de Washington, aunque la compañía china será sometida a restricciones al ser considerada "de alto riesgo", incluyendo su exclusión de todos los elementos críticos del sistema y limitando a un máximo del 35% su presencia en el resto de funciones de la infraestructura.
La facturación de BT en el conjunto de los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal alcanzó los 17.245 millones de libras (20.476 millones de euros), lo que supone un 2% menos que en el mismo periodo del año anterior debido al impacto negativo que ha tenido la regulación y el nivel de competencia, entre otros factores.
Asimismo, un beneficio neto se situó en los 1.526 millones de libras (1.812 millones de euros) entre abril y diciembre de 2019, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado cayó un 3%, hasta los 5.900 millones de libras (7.006 millones de euros).