La compañía tecnológica japonesa Toshiba registró unas pérdidas netas atribuidas de 145.626 millones de yenes (1.223 millones de euros) en sus nueve primeros meses fiscales, finalizados en diciembre, frente a los beneficios netos de 1,021 billones de yenes (8.576 millones de euros) contabilizados en el mismo periodo del ejercicio anterior.
El abultado cambio en el resultado neto se corresponde con una ganancia extraordinaria de más de 1,044 billones de yenes (8.769 millones de euros) que la empresa obtuvo por desinversiones en 2018.
Las ventas netas de la firma nipona cayeron un 7%, hasta situarse en 2,458 billones de yenes (20.648 millones de euros) entre abril y diciembre. Por segmentos de negocio, la división de dispositivos electrónicos se desplomó un 20%, hasta 573.412 millones de yenes (4.816 millones de euros), mientras que la rama de sistemas de infraestructuras ingresó un 4% más, hasta 476.516 millones de yenes (4.003 millones de euros).
El área de soluciones de construcción alcanzó los 423.605 millones de yenes (3.558 millones de euros), un 5% más, tras la cual se situó el segmento de sistemas energéticos, que descendió un 9%, hasta 408.894 millones de yenes (3.435 millones de euros); el de soluciones de reprografía, con 371.058 millones de yenes (3.117 millones de euros), un 3% más; y el de soluciones digitales, que cayó un 1%, hasta 175.095 millones de yenes (1.471 millones de euros).
En el tercer trimestre fiscal, Toshiba contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 480 millones de yenes (cuatro millones de euros), un 99% menos que en el mismo trimestre del año anterior, tras un descenso del 14% de la facturación, hasta 747.178 millones de yenes (6.278 millones de euros).